miércoles, 27 de marzo de 2013

UN CAMINO QUE SE INICIA


Estar durante tres días compartiendo en el Primer Congreso De La Música Andina Colombiana me han dejado unas inquietudes, perspectivas y conclusiones que hoy pretendo compartir en esta entrada.

Para iniciar, deseo reconocer la importancia de un espacio académico donde la Música Andina Colombiana (MAC) se repiense, revise y reconozca como una construcción cultural del país, en la cual cabe el aporte de distintas disciplinas para hacer una lectura diversa de un género musical. Dentro de ese proceso de repensarse, es fundamental la crítica constructiva sobre las debilidades y conceptos que a lo largo de la historia se han elaborado, y que muchos de ellos necesitan una revisión desde los cambios socioculturales contemporáneos. Y el congreso de MAC permitió ese tipo de críticas, debido a que dan pie para que en un proceso más largo se generen cambios en muchos aspectos que a la luz de una revisión interdisciplinar resultan conflictivos.

Así mismo, el congreso fue la oportunidad de revisar las distintas poéticas de la MAC, porque sin duda, una de sus grandes fortalezas es la diversidad. Y poder escuchar a compositores como los maestros Jorge Velosa, Gustavo Adolfo Rengifo, Luis Fernando Hermida, o Luz Marina Posada le permitieron a los participantes ver distintas posibilidades de escritura y composición que a un intérprete  le resulta fundamental para su proceso de avance dentro de la MAC.

Fueron muchos los aspectos dentro del congreso que llaman la atención por su pertinencia para la actualidad de la MAC (Producción, investigación social, difusión, entre otros) pero sin duda, el elemento más valioso de un espacio como este, es la socialización que se da entre participantes, organizadores y conferencistas donde se empiezan a tejer redes de información interdisciplinar que son la oportunidad para seguir construyendo un género musical muy representativo en la historia de la Nación.

Para concluir, quiero exaltar que el Primer Congreso de Música Andina Colombiana abrió las puertas para continuar una reflexión más allá de los festivales, dado que quedaron temas por tratar y temas por discutir, porque el debate que se presentó fue la formalización a nivel académico de muchos comentarios que se presentaban en conversaciones casuales  que por años solo se presentaban en los pasillos de los festivales y concursos de MAC, pero que nunca habían sido estructurados y puestos en un escenario común.

Por todo lo anterior, celebro el éxito en todos los aspectos del Congreso de Música Andina Colombiana, porque se cumplió no solo con una necesidad sino con un sueño de los diferentes actores que tiene la música tradicional de la región andina colombiana.

martes, 5 de marzo de 2013

CONTRASTE: UN FESTIVAL QUE NACE Y UN CONCURSO QUE SE ACABA


Esta entrada quiero dedicarla a unas emociones generadas por algo sucedido durante este fin de semana. Primero, quiero compartir la alegría de ver surgir el festival Pedro Morales Pino en Cartago, Valle del Cauca. Un festival bien organizado, donde se respetó a los músicos, el nivel de los participantes fue altísimo, un encuentro de ambiente fraternal y con posibilidades de compartir en todo momento, ya que no hubo concurso, además que tuvo unos espacios formadores de público, entre otros aspectos que me llamaron mucho la atención, y que hoy pretendo compartir. Lo segundo, es una preocupación porque se confirmó  un rumor que desde hace un par de semanas algunos comentaban, es el cierre de la fundación Luis Carlos González encargada de realizar el Concurso Nacional del Bambuco de Pereira, por lo tanto, con el cierre de la fundación se acaba un concurso que por 21 años fue uno de los más representativos de la región.

Quiero iniciar con el maravilloso Primer Festival de MAC Pedro Morales Pino, un espacio donde se le rindió homenaje a quien fue y será, sin duda, uno de los músicos más influyentes del siglo XX en Colombia, necesitaba que le rindieran un homenaje y mejor aun, en su pueblo natal. Esto creó un nuevo espacio para el crecimiento de la MAC (Música Andina Colombiana). Fue un festival con una organización perfecta, donde hospedaron a los músicos en un hotel donde daba gusto ir, por la atención y por el sitio mismo, cosa que no pasa siempre, ya que en algunos festivales a quien peor tratan es al artista, quien es finalmente el corazón de un encuentro musical. Así mismo, tener un presentador con el conocimiento y con la conciencia de difundir de manera didáctica la MAC como el maestro Jairo Rincón, fue algo muy acertado porque de manera pedagógica presentó a cada propuesta. También, concluir el festival en un espacio abierto de entrada libre, reviste un componente fundamental para atraer nuevos públicos, y fue tan productivo este ejercicio que el público dejó asombrados músicos, expertos y personas que allí llegaron a ver este nuevo espacio, por su excelente comportamiento, incluso con un silencio en la interpretaciones que no se ve en festivales con más tradición donde el público aplaude o habla mientras el artista aun está interpretando. Este fue uno de los componentes que más me llamaron la atención, porque esto motiva a seguir generando espacios así, ya que la gente respondió.      

El segundo tema que quiero plantear, es mi enorme preocupación por la cancelación definitiva del Concurso Nacional del Bambuco Luis Carlos González, por que sin duda alguna, acabaron con una de las tradiciones culturales contemporáneas del eje cafetero, también con un concurso donde los nuevos intérpretes de la MAC empezaban a hacer su carrera, casos como los de Niyireth Alarcón o Carolina Muñoz, dan cuenta de la escuela que estaba haciendo el concurso, que hoy por motivos tan extraños, como confusos cierra sus puertas. Además que se pierde la posibilidad de mantener viva la obra del Poeta Bambuquero, ya que sus versos en cada concurso se repetían de distintas formas e interpretaciones y que ahora quedarán solo en grabaciones, porque acabaron la posibilidad de hablar de Luis Carlos González a partir de bambucos, con la diversidad y particularidad que un concurso de MAC le puede dar. Es un pérdida grave para la red de festivales de este género musical que necesita más espacios y con el fin del Concurso Nacional del Bambuco Luis Carlos González, como lo conocemos se le da un golpe a la música de la región andina colombiana.

Desde este espacio quiero invitar a los gestores de la cultura en Pereira, a las instituciones y a todo aquel que le duela la MAC a que se genere otro espacio, pero Pereira no se puede quedar sin un festival, porque tiene público, infraestructura y músicos para poder hacerlo.

Para terminar, deseo hacer un llamado tanto a los organizadores del festival Pedro Morales Pino, como a quienes desean hacer otro festival en Pereira. Hay que seguir trabajando por la MAC para formar más público y que nuestros músicos sigan descubriendo el valor de la música andina colombiana.