Crear nuevos públicos es para muchas personas sencillamente
lograr que gente joven escuche MAC, dejando por fuera a muchas personas de
distintas edades que desconocen la realidad de la música tradicional de la
región andina colombiana ya que para millones de colombianos la MAC se quedó en
los años 50. Considero que es necesario abrir el espectro en lo generacional,
porque en el mundo de hoy donde hay acceso a las músicas del mundo con
facilidad se puede llegar a muchos públicos sabiendo utilizar las herramientas
virtuales.
Se hace fundamental motivar a nuevas audiencias más allá de ver gente joven
interpretando la MAC, labor que han motivado principalmente las universidades incluso
más que los mismos festivales del género que solo brindan el espacio donde interpretar
(tarea imprescindible, necesaria y que afortunadamente ha sido sistemática),
mientras que la academia invita a la formación, la creación y el intercambio con
otras músicas.
Sin duda, otro de los problemas evidentes frente a la
creación de nuevos públicos es lo complejo que les resulta a muchas personas acceder
a la MAC. Por ejemplo, para ir a los festivales hay que invertir una suma de
recursos que un estudiante universitario no destina con facilidad para acercarse
a un género musical. Una muestra clara fueron los precios de la boletería para
el lanzamiento de la edición 2018 del festival Mono Núñez en Bogotá, donde la más
económica era de $40.000, en la localidad más alejada al escenario. Aparte que
se realizó en un lugar distante a todas las universidades. Por lo cual no hay
porque extrañar el público asistente sea de un rango de edad alto, ese mismo
que lleva años yendo a festivales, que conoce el género y que exige hasta a
quienes amplifican el sonido del evento. Pero de gente joven con interés de conocer sus
músicas colombianas no se ven muchos y menos si no tienen nada que ver con el
contexto de los músicos.
Creo que todos tenemos la labor de acercar a los nuevos públicos.
Considero que a los intérpretes de la MAC les falta mucha apropiación en medios
virtuales, solo hay que ver que son muy pocos los intérpretes y compositores
que hacen videos con edición y dirección de arte de sus obras, la gran mayoría se
consuelan con lo que graban en conciertos o algunos videos caseros, pero
producción estética como tal hay muy poco. Si se hace una comparación con otras
músicas colombianas más comercializadas la brecha es evidente. Por ejemplo
Carlos Vives (por poner un gran ejemplo visible) antes de lanzar un CD en
físico ya tiene por lo menos un video en youtube y el resto del trabajo
disponible en todas las plataformas (Spotifi, iTunes, Dezzer). En la MAC aún se
depende mucho de la industria del disco.
Falta generar espacios donde se facilite la
participación de un público poco conocedor, que busque que nuevas personas se
acerquen a la MAC. Pareciera que nos gustan los públicos que ya están formados,
conocedores y con la disposición permanente a asistir a todo. Nos faltan
espacios de dialogo para compartir con otros, nos falta socializar en ambientes
diversos, hay mucha endogamia en el medio producir eventos para nosotros mismos. ¿Por qué no
soñar con el lanzamiento de un festival en un parque público o en una
universidad? O lanzar un trabajo discográfico en simultánea por redes sociales
y plataformas virtuales. Abrir espacios de dialogo por fuera de los festivales.
Para terminar hago la una invitación respetuosa: Hay que salirnos de los auditorios ya
conocidos para cautivar nuevos públicos.