jueves, 29 de octubre de 2009

FOLCLOR CONTEMPORÁNEO



Hace unos días conversaba con un amigo acerca de las nuevas propuestas de la música andina colombiana (MAC) y se planteaba el debate sobre que si las fusiones de con otros géneros ejercían influencias negativas sobre la identidad que tiene el folclor como tal.


Ahora lo que deseo hacer es desarrollar más el debate, ya que son tantos matices y conceptos que rodean al folclor que es bueno aportar un poco a la discusión desde lo que conozco a partir de la MAC y de sus transformaciones.

Para empezar quisiera mencionar que el folclor se construye permanentemente y no es solo cuestión de unos viejitos que hace mucho tiempo lo hicieron y que por lo tanto es folclor es algo estático. Y no hay visión más alejada del folclor que verlo desde la tradición estática. Es más, el folclor no es dependiente de la tradición ya que esta si bien se construye, lo hace de manera más lenta que el folclor, debido a que el hecho de experimentar los ritmos autóctonos con otros géneros no necesariamente nacionales también es folclor, en la medida que esto tiene un significado sociológico por cuanto que las trasformaciones de lo autóctono están enmarcadas en un contexto cultural que las explica.

Las transformaciones del folclor corresponden a diferentes procesos como el desarrollo urbano, contacto con ritmos foráneos, educación especializada, transformaciones culturales generadas por la globalización, entre otros procesos que intervienen en que el folclor se trasforme de sus formas más autóctonas a las contemporáneas.

También hay que tener en cuenta que la cultura colombiana es híbrida desde su origen, es decir, que no es del todo autóctona, toda vez que nuestros ritmos tienen elementos indígenas, españoles y africanos conviviendo juntos, como es el caso del vallenato y del bambuco, por mencionar solo dos ejemplos grandísimos de la mezcla cultural que somos los colombianos y los latinoamericanos, con lo cual resulta imposible de hablar de un folclor puro, sin influencias foráneas, ya que nuestra cultura no ha podido construir en ningún momento una identidad. Por eso es que la pregunta: ¿Cuál es la identidad nacional colombiana? Es imposible de resolver, ya que si hace un análisis cultural de la nación se encuentran múltiples elementos que muestran un país cultural y políticamente segmentado, donde el folclor solo es una pequeña muestra de las divisiones del país.

Sin lugar a dudas el componente fundamental para la transformación del folclor colombiano es que desde los años 50 el país viene en un proceso de urbanización, donde gran parte de la población vive en las ciudades, lo que genera que una parte considerable del folclor se esté haciendo desde las ciudades, lo cual no significa que las expresiones campesinas sean menos valiosas o importante que las urbanas, sino que dichas expresiones -desafortunadamente- cada vez son menos y las expresiones urbanas están cogiendo más fuerza.

Por todo lo anterior, decir que la fusión de géneros musicales foráneos con los ritmos colombianos es negativo, o que no es folclor, resulta algo sesgado, dado que la fusiones tienen unas explicaciones culturales producto de transformaciones sociales que vive el país. Por eso yo aliento las fusiones que enriquecen el folclor colombiano.

domingo, 25 de octubre de 2009

FALTA DE ACCESO A LA CULTURA



Por estos días en los cuales en Manizales se habla de un alcalde que castra la libertad de sus gobernados, y se cuestiona al acceso a la cultura, yo quiero exponer una problemática que pocos hablan en la ciudad y que también configura una forma de castrar el acceso a la cultura.

La problemática es la falta de emisoras en la ciudad, ya que solo hay 9 emisoras donde 6 son de música bailable y música popular, otra es juvenil, otra es la muy aburrida W, ya que eso de escuchar todo el día a unos “yupis” hablando todo el día de su vida light es terriblemente tedioso. Y la emisora que en esta ciudad desde mi criterio hace más esfuerzos por mostrar contenidos alternativos es Caldas FM, que cumple con su misión de emisora pública, dado que no solo se concentra en la música comercial sino en propuestas musicales que no son muy populares pero no menos interesantes, ni menos agradables.

Dicha reducida posibilidad, reviste un problema en la medida que no hay una oferta de diversidad musical que permita acceder a distintos géneros más que los comercialmente populares que formen el oído de la gente, dado que la música como expresión artística más divulgada tiene la posibilidad de articular unas formas de construcción del mundo, y al tener tan poca perspectiva de conocer el mundo genera ignorancia por cuanto se escucha solo unos determinados géneros y no se abre el mundo de la diversidad musical, por lo tanto a construcciones del mundo diferentes.

Otro aspecto que podría leerse es que haya 6 emisoras del mismo estilo, lo cual no es variedad sino repetición y preocupa si reproducen un aspecto que se la denominada “cultura traqueta” en lo cual no se va ahondar ya que se abordó en artículos anteriores. Pero si me gustaría expresar que es preocupante que esto suceda que solo unos géneros se fortalezcan con las posibilidades de reproducción que da la radio y creo que ese es uno de los aspectos que en ciudades como Manizales la denominada música popular haya tenido tanta fuerza, ya que sin el apoyo de las emisoras es difícil que un género musical sea conocido.

De igual forma resulta negativo para géneros como el rock que se vean reducidas sus posibilidades de difusión con la falta de emisoras que aborden dicha música, y si se toma en cuenta que en esta ciudad (como en todas las ciudades) hay bandas de rock jóvenes que buscan proyectarse y darse a conocer y no pueden hacerlo en forma que masiva ya que no hay muchos espacios radiales para ellos.

Por todo lo anterior, siembro mi vos de protesta desde aquí por la falta de diversidad cultural que presenta esta ciudad, empezando por un alcalde que cree tener el derecho de castrar los gustos de sus gobernados porque algunas agrupaciones no son de su gusto político.

domingo, 18 de octubre de 2009

LA MAESTRA LUZ MARINA POSADA



En los últimos años, con las transformaciones de la música andina colombiana han aparecido nuevos compositores que son precisamente gestores de dichos cambios. Estos cambios están fundamentados en temáticas urbanas, fusiones con otros géneros, canciones que hacen alusión al conflicto armado pero con una visión diferente a la de mediados del siglo XX y se están viendo canciones que plantean una postura contemporánea, muy valiosa.

Y desde mi punto de vista, hay una compositora que es la más importante en este momento, por sus composiciones llenas de contenido social, no solo de denuncia como se ha hecho por otras personas, sino por plantear nuevos tópicos para dar cuenta del conflicto, como en la canción “La Brecha” en la cual se plantea el problema pero desde las profundas divisiones políticas del país. Sin lugar a dudas también hay un elemento generador de transformaciones y es el hecho que proponga un cambio, cuando dice “la vámo a reparar” al hablar de reparar la brecha hay una visión política que busca el cambio, sin importar que esté de un lado o de otro.

Otro elemento que me permite afirmar que Luz Marina Posada es la compositora más importante de los últimos años, es por su forma de componer, ya que va más allá de los temas tradicionales de composición, porque les ha impreso un estilo propio, por ejemplo el pasillo “Canción de Amor” más conocida como “Entre Mi Patria y Yo” que hizo famosa Niyireth Alarcón, hace parte ya del repertorio de interpretación en todos los festivales de música andina colombiana, con esto se demuestra la repercusión de la obra de Luz Marina en este medio.
Hay un bambuco que es supremamente interesante, ya que da una nueva perspectiva de un tema ya abordado, “Caminantes” plantea el desplazamiento forzado de los campesinos del país, desde las dinámicas la migración obligada por causa del conflicto “Para no perder la vida, hay que abandonar el campo…” dicho bambuco, también hace referencia a la propiedad sobre la tierra, problema sobre el cual se sustenta el conflicto armado en Colombia.

La versatilidad de la maestra Luz Marina, la ha llevado a componer canciones a su sobrina Sara, letras llenas de vida y que no abandonan la preocupación por la situación del país, como es el caso del bambuco “Quiero Darte un Mundo Nuevo” o “Para que Sara Duerma”, en ambos bambucos se encuentran elementos que muestran una composición inteligente, sensible y con una calidad musical realmente admirable.

Son muchas las composiciones de la maestra que ayudan a realizar una lectura del país a través de la música, ya que composiciones como “Parece Normal” y “A Pesar de tanto Gris” entre otras, son obras que hablan de una realidad urbana, contemporánea, y de los problemas sociales como la indiferencia, pero también plantea la búsqueda de cambios, cimentados en la esperanza de las posibles alternativas políticas al conflicto.

Por todo lo anterior es que desde mi perspectiva Luz Marina Posada es la mejor compositora de la música andina colombiana en la actualidad, ya que con sus composiciones y su dulce voz ha realizado un aporte fundamental para que la historia de dicha música la conserve por siempre.

sábado, 17 de octubre de 2009

EL BUNDE TOLIMENSE Y OTROS HIMNOS


Hace unos días veía en un programa de televisión una nota sobre un grupo de niños que interpretaban el himno del departamento de Boyacá y con gran alegría descubrí que este era el bambuco “Soy Boyacense” lo cual me hizo recordar algunos himnos de departamentos del país que me gusta mucho como el himno del Meta, que es esa famosísima canción de Arnulfo Briceño, “Ay mi Llanura” y uno que siempre he admirado el Bunde Tolimense. Así mismo, me acordé de un viejo debate interior sobre los himnos del país, dado que pocos reflejan la cultura de lo que son los departamentos en los cuales representan, ya que muchas veces solo hablan de la ciudad capital, olvidando el resto de lo que culturalmente implica un himno departamental. Además lo que siempre me he cuestionado es ¿Por qué no son en ritmos autóctonos?


Desde que lo escuché, me pareció que el Bunde Tolimense es un himno que representa la cultura de dicho departamento por lo cual he decidió realizar un análisis del valor cultural de dicha canción.
Sin lugar a dudas, una de la frase más importante de la canción es la que expresa:

“Amar, vivir, morir amando al Magdalena,
La pena se hace buena y alegre el existir”


La interpretación que se le puede dar a esta frase es que allí se encuentran reunidos todos los muchos de los imaginarios frente al rio Magdalena, dado que en el departamento del Tolima hay toda una construcción de identidad cultural no solo expresada en la música, sino en mitos y leyendas de la región, que cuentan con la particularidad que algunos están estrechamente ligados al rio, ya que solo aparecen en él o que generan acciones sobre los pescadores. Lo importante de esto, es que este tipo de representaciones míticas es la exteriorización de una forma identidad cultural que trata de dar de explicación del mundo, ya sea por medio de historias fantásticas como los mitos y leyendas, o por medio del himno del departamento que al plantear que amar al Magdalena se alegra el existir, muestra como hay un sentido de pertenencia tal, que la vida es de alguna manera determinada emotivamente por el río.


Otro elemento valioso que se mencionó al principio del presente escrito, es que el bunde Tolimense es un ritmo autóctono, diferente a la mayoría de himnos del país si bien narran los contextos de los lugares, hay que decir que son compuestos en ritmos europeos lo cual puede entenderse como una representación de una sociedad culturalmente híbrida como la colombiana, pero el hecho que se tengan unos himnos en ritmos vernáculos, permite encontrar rasgos de una identidad nacional difusa e híbrida que no se puede definir totalmente, pero canciones como El Bunde Tolimense, Ay Mi Llanura y Soy Boyacense, permiten encontrar conceptos de lo que realmente somos.

viernes, 2 de octubre de 2009

RESPETAR EL ARTE

Esta semana al calor de unos rones y después de haber hablado de música un rato, alguien me reclamaba con un acento que parecía más un reclamo que un cometario, sobre el porqué yo no cantaba si decía había organizado un evento de música y que tenía algunos conocimientos sobre el tema, y yo le contestaba que una cosa no implicaba la otra, además hablábamos de respetar el arte ya que no todas las personas saben cantar, una cosa es reconocer una buena voz y otra cosa es saber cantar.

Hoy, en medio de un dolor de cabeza producto de tan profunda disertación, me surgió una pregunta ¿Qué es respetar el arte? ¿Y qué implica? Ahora bien, lo que pretendo hacer a continuación es dar mi visión sobre la posible respuesta a una pregunta que tendría miles de matices para ser respondida.

Respetar el arte es (desde mi perspectiva) primero, es reconocer que el arte no es cualquier cosa que todo el mundo puede realizar, ya que se necesitan unas condiciones naturales e innatas y de conocimiento del tema que permitan hacerlo bien, no simplemente hacer por hacer, sino porque realmente se tiene un talento para ello. Segundo, tener la capacidad de ser lo suficiente sensato para saber si realmente se tienen las condiciones para hacerlo, de la misma forma para aceptar que no se tienen las capacidades para ser artista, más allá que emotivamente uno crea que lo hace bien, sino que objetivamente también pueda ser valorado como artista.
También hay que decir que para disfrutar del arte no necesariamente hay que tener vastos conocimientos sobre el tema, solo basta con poder y querer acceder al arte, ya sea escuchando música, viendo obras de arte (escultura o pintura) o disfrutar de una buena película que sea bien hecha, -que vaya más allá de decir groserías y esté plagada de malos actores con la escusa de mostrar la realidad del país- disfrutar del arte es casi un derecho pero crear arte es una capacidad que debe ser valorada y respetada como tal.

Y si se profundiza en la música como arte, y al buscar dar respuesta a la pregunta inicialmente aquí planteada, se abre un tema espinoso, ya que sin lugar a dudas la música es la más popular de las formas de arte por muchísimos aspectos, pero fundamentalmente por la difusión que recibe. Pero es precisamente por el hecho de ser tan difundida que no todo lo que se hace actualmente como música es arte, por muchísimos factores, como el surgimiento de nuevas tendencias musicales que no necesitan de grandes intérpretes con estudios musicales, sino que un programa de computador les hace el trabajo y ellos solo utilizan las herramientas que hacen dicho trabajo.

Así mismo, hay un factor que desde mi punto de vista ejerce muchísima influencia para el deterioro de la música como arte, es la posibilidad de acceder a “5 minutos de fama”, que permite buscar en el “arte” la salida de la pobreza y si a esto se le suma unas condiciones sociales y políticas que dificultan las posibilidades de hacer una carrera que permita hacerlo por medio del trabajo, aumenta la problemática del dinero fácil y se llega a la conclusión que la música comercialmente apoyada para generar consumo en las grandes masas se aprovecha de dichas necesidades para generar dinero a las empresas de entretenimiento. Para entender esto solo basta ver los “realitys” que promueven artistas en Colombia, que si se hace un análisis no muy profundo se percibe que quienes ganan estos concursos nunca triunfan realmente, el éxito se acaba dos meses después que finaliza el programa y esto realmente está contribuyendo al deterioro de la música como arte.

“Crear arte no es un factor comercial, sino es cuestión de talento”