viernes, 30 de abril de 2010

¿RESCATAR LA MÚSICA ANDINA COLOMBIANA?

Este fin de semana estaba viendo en televisión un grupo de música andina colombiana que me encanta, del cual se ha hablado aquí en diferentes oportunidades Ensamble Oí, se estaban presentando en un programa llamado “Como en Casa” del canal TV Colombia, cuando apenas el grupo terminó una sus canciones uno de los presentadores, Carlos Calero, le preguntó al grupo visiblemente sorprendido “¿Ustedes por qué quisieron rescatar la música andina colombiana?" Lo cual me generó una molestia y una inquietud tal, que hoy quiero escribir sobre lo que considero significa “rescatar” para el caso se la MAC.

Empecemos por lo que significa rescatar según un diccionario cualquiera: “Recuperar una cosa que se había olvidado o perdido” inmediatamente me doy cuenta del error garrafal del presentador, ya que la MAC no se ha perdido y menos ha desaparecido, tomando en cuenta que en estos 200 años en los cuales ha existido la MAC nunca se ha dejado de hacer, por lo tanto no hay tal recuperación de lo perdido, lo que sí se puede definir con la pregunta del presentador es el concepto de desconocimiento, toda vez que este personaje no se ha dado cuenta que la música andina sigue vigente, una cosa es que él no la escuche y otra muy diferente es que se haya dejado escribir, componer e interpretar los aires típicos de la región andina colombiana.

Sin querer abordar temas que ya se han pasado en este blog, pero hay que decir que con la pregunta poco inteligente del presentador volvemos al problema de la difusión, pero para el tema que hoy se está planteando rescatar la MAC significa que salvarla de los que la desconocen y la encasillaron en contextos rurales, esto significaría rescatar la conciencia musical como forma de encontrar algo de identidad nacional, también habría que decirlo como dijo Fáber Grajales –tiplista de Oí- “Dejarse rescatar de la música andina colombiana” esta acertada frase del maestro Fáber, resume lo que hay que hacer por y con la MAC que es conocerla para darse cuenta de su riqueza histórica, de su calidad musical y de su diversidad cultural.

Son muchas formas de “rescate” que pueden ser propuestas, la primera: como anteriormente se expresó es rescatarla de los prejuicios sustentados en el desconocimiento, el segundo rescate es de la minorías intelectuales que la ocultaron bajo algunos argumentos académicos que no han permitido hacer la difusión necesaria para que se reconozca verdaderamente su valor, y finalmente hay que rescatarla de quienes aun desean que se sigan narrando las historias bucólicas y tradicionales de los años 50, en otras palabras a la MAC hay que rescatarla de quienes no la ven como interpretación de la realidad contemporánea del país, rescatarla de mucho de nosotros, no es rescatarla de ella misma.

Como conclusión, puede decirse que rescatar la MAC no es sacarla de algún espacio recóndito de la historia colombiana, como erróneamente personas como el presentador del mencionado programa quiso mostrarla, sino hay que “rescatarla” precisamente de ese tipo de visiones que realmente son las que le hacen daño a lo que hoy se construye en la música andina colombiana.

domingo, 25 de abril de 2010

"PARA OÍRTE MEJOR"

Hay algo que me pasa constantemente cuando asisto algún concierto donde se expone una propuesta musical que me llama mucho la atención, lo que me sucede es que cierro los ojos y me concentro en la música, para disfrutar más, porque algunas veces uno por ver cosas ajenas a lo que uno escucha se pierde de la sutileza y el virtuosismo de quienes están interpretando algo realmente bueno.

Así mismo noto algunas veces que cuando cierro los ojos algunas personas me miran con extrañeza y cierto aire de burla, lo cual, lo confieso, me cohíbe muchas veces, porque resulta sumamente incómodo que a uno lo miren como “bicho raro” y permanezco con los ojos abiertos contra mi voluntad bajo el único argumento de la pena.

Pero cerrar los ojos va más allá de buscar concentración, tiene que ver con ejercicio casi espiritual de abstracción musical, que permite encontrar ciertos aspectos que cuando se ponen todos los sentidos en función de la música pasan desapercibidos, pero cuando voluntariamente uno se centra en uno de ellos, profundiza más la experiencia emotiva de disfrutar lo que se está escuchando, lo siente de una manera tal que le permite escuchar instrumento por instrumento e incluso permite elevar el aparente simple hecho de oir una canción o una interpretación musical a un momento emocional, intelectual y hasta pasionalmente trascendente.

Pero aquí se puede plantear un cuestionamiento que puede tener respuestas meramente subjetivas, y es: ¿Qué música puede generar este tipo de abstracciones mencionadas? Las respuesta varían según el gusto de quien logre este tipo de estados mentales, pero si hay que mencionar que no cualquier música genera la posibilidad de ir más allá de la simplicidad de escuchar una canción sin ponerle atención como tal, yo no me imagino a alguien oyendo a Johnny Rivera pueda ir más allá de una pena de amor, pero no se da cuenta qué le están diciendo y la música que le están proponiendo, es más, estoy más que seguro que si hiciera el ejercicio le pasaría como a muchos que cuando lo hicimos nos dimos cuenta que había detrás de todo eso que se inventaron con el errado nombre de “música popular” errado, porque todas las músicas son populares en la medida que las escucha la gente es decir el pueblo, aunque conocedores de la música clásica podrían rebatirlo en la medida que se diga que dicha música es de una élite intelectual que no es pueblo, pero también ese argumento sería discutible con un explicación de tipo histórico según el contexto en el cual se escribió la música clásica.

El mensaje implícito y casi subliminal que hoy quise plantear que quiero descubrir en este momento, es una invitación abierta a digerir mejor toda la música que se escucha sin necesidad de ser muy trascendentes ni espirituales a la hora de percibir, simplemente es una invitación a tratar que hay detrás de de la música que se oye a diario, para de esta manera “pulir” los gustos musicales y valorar más unas propuestas que están algo olvidadas porque no se han tomado el tiempo de analizarlas en la dimensión que se necesita.

martes, 13 de abril de 2010

LA OPCIÓN ES DIFUNDIR

Desde que estoy metido un poco más en la música andina colombiana he escuchado el debate que se genera al interior de compositores, intérpretes y los que escuchamos por los problemas que aquejan a la MAC.

Unos atribuyen la culpa a los medios porque no ponen la música andina colombiana y los pocos que lo hacen la difunden muy temprano en la mañana, lo cual no permite que las personas que no prenden el radio entre 6 y 9 am conozcan un poco más sobre la actualidad del género. En la televisión solo muestran lo más tradicional, y cada año al grupo ganador del Festival Mono Núñez o a uno que otro ganador de algún festival, especialmente el de Duetos de Ibagué, que para decir verdad cuenta con gran difusión por los medios de comunicación de índole nacional por los esfuerzos de sus organizadores, de resto son pocos los festivales y concursos que tienen una buena difusión por los medios más importantes del país, de ahí que se hagan tantas críticas desde el interior por la falta de gente nueva en los eventos, porque resulta curioso que uno muchas veces se encuentra con las mismas personas en los festivales y concursos, además de tener un rango de edad alto, lo cual plantea la problemática dentro de la MAC sobre el porqué se ve gente joven haciendo música pero son pocos los jóvenes que asisten a ver las nuevas expresiones, quizás porque se conserva el imaginario que la música andina colombiana es cosa de “viejitos” lo cual es totalmente falso como ya se ha planteado aquí en muchas oportunidades.

Otra falencia de la MAC es la falta de unas políticas públicas que permitan que se conozca lo que hoy se hace, muchas veces se compara con otros países donde es ley de la república que por cada canción de un artista extranjero se deben poner dos o más canciones de un artista local, lo cual genera irremediablemente que se busque en las músicas autóctonas de cada país para poder sostener una emisora, con esto no estoy haciendo un planteamiento xenofóbico que rechace lo hecho en otros países, sino que solo estoy narrando otras experiencias que generan una envidia positiva.

Otro problema es que la música andina colombiana contemporánea, es que se está quedando en un pequeño grupo de intelectuales y gomosos que son quienes asisten a los eventos, y poseen una cantidad de música hecha recientemente muy buena pero que poco se comparte, lo cual es otra forma de aislar la música, toda vez que se comparte solo entre conocedores y no se invita ni se motiva a más gente ha hacer parte del extenso mundo de la MAC.

Pero cuando se miran no solo los anteriormente expuestos sino muchos de los problemas que aquejan la MAC se puede llegar a una gran conclusión o a un punto nodal que resume todo el problema al mismo tiempo de poder plantear salidas a la mencionada crisis, dicho eje nodal es la difusión, mejorándola quizás se empiece a ver más gente joven en los festivales, las emisoras pongan más tiempo y en horarios poco más accesibles la música autóctona de la región andina de Colombia, y se diversificaría las personas que tienen la música, es decir sería el remedio para muchos de los “males”.

Es por todo lo anterior es que invito a medios de comunicación que la ponen, a compositores, intérpretes y conocedores a difundir más nuestra música andina colombiana para garantizar público por muchos años, porque a este ritmo cada vez vamos a ser menos.

lunes, 12 de abril de 2010

LENGUA A LA CRIOLLA Homenaje Musical a Compositores Colombianos


CONCIERTO:

De los Maestros

Luz Marina Posada y Gustavo Adolfo Rengifo en Manizales
 
Viernes, 16 de abril de 2010
Hora: 6:30 PM
Lugar: Auditorio Banco de la República
 
ENTRADA LIBRE

martes, 6 de abril de 2010

EL VALOR DE TERTULIAR

En las últimas semanas he podido disfrutar de unos espacios enriquecedores no solo para mi interés sobre la MAC, sino para compartir con personas que sienten la misma admiración por nuestros aires andinos colombianos.

Estos espacios son las tertulias musicales, que contienen un inmenso valor cultural, ya que estas no son más que un ejercicio de difusión por medio de la tradición oral, además de ser una oportunidad inmejorable de compartir conocimientos y vivencias que fortalecen las manifestaciones culturales, tal y como sucedió con la trova, que nació producto de conversar y contar historias con un tiple y una guitarra, aunque el origen de la música andina colombiana no está muy lejos de ello, porque en sus inicios rurales, posiblemente al calor de unos tragos surgieron algunos de estos aires musicales autóctonos de ritmo pegajoso.

Probablemente en aquella época en la que no se hablaba de bambucos o pasillos sino de cantos patrióticos, aquellos que acompañaron la revolución comunera o a Bolívar en su gesta libertadora. Las conversaciones para planear la trasformación del país también podrían estar acompañadas de música que inspirara a muchos a tomar las armas para defender la causa nacional.

Las tertulias pueden ser de diferentes formas, una es con músicos y compositores que comparten algunas de sus obras,con otros así no sean músicos, lo cual normalmente se convierte de retroalimentación entre todos los participantes, normalmente está acompañado de licor a la madrugada dentro de un ambiente bohemio, la importancia cultural de este tipo de tertulia reside precisamente en la retroalimentación que permite la actualización de los discursos implícitos en las composiciones, ya que al compartir varios compositores ineludiblemente se van a encontrar visiones diferentes frente a un mismo tema, como puede ser el amor, sin lugar a dudas el tema más frecuente de composición en la música, no importa el género.

Otra forma de tertulia puede denominársele más de corte académico donde varias personas se sientan a debatir -para este caso- sobre música andina colombiana sustentados en lo escuchado en ese instante toda vez que para debatir se apoyan en algunas canciones que den pie a discusiones,  este tipo de debate no es muy apetecido por algunos por considerarlo intelectual y hasta cierto punto aburrido por no contar con la presencia de músicos en vivo, pero tiene un valor intelectual y cultar importantísimo por permitir hacer un análisis profundo de lo que se escucha.

Además de las dos mencionadas formas de tertulia, pueden existir muchas más pero lo ralamente importante de cada uno de dichas formas, es la posibilidad de la socialización de composiciones e impresiones de lo que se comparte, además como ya se dijo antes, el valor de la tradición oral aportado en las tertulias no solo es una herramienta de difusión supremamente interesante y necesaria, sino que el compartir por medio de la palabra hace más rico el folclor en posibilidades no solo musicales también de poesía, de narrativas y de muchos otros elementos implícitos que van surgiendo con el hecho de conversar sobre un tema que fortalecen el folclor del país.

Por todo lo anterior y muchas cosas más, me confieso un admirador y amante de las tertulias musicales así no sean de música andina colombiana, lo importante es compartir para enriquecer la mente por medio el poder inmenso de la palabra

sábado, 3 de abril de 2010

RELATO DE INDEPENDENCIA. ANCIZAR CASTRILLÓN

El maestro Ancizar Castrillón ha tenido la gentileza de compartir con todos los lectores un escrito acerca de su visión de las celebraciones del bicentenario de la indepencia de Colombia. Gracias al Maestro por permirtinos el honor de leer tan valioso texto.



¿De qué me están hablando?, yo me pregunto
Si van doscientos años de sueños truncos
De que bicentenario me están hablando
Si el látigo tan solo cambio de mano

Los que nos conquistaron, nunca se fueron
Si hasta en algunas plazas de nuestros pueblos
Les hicieron estatuas, bustos y templos
Que para nada cuentan sus atropellos

La historia no ha cambiado, en doscientos años
En nuestra propia tierra, somos extraños
Se robaron el oro y nuestras riquezas
Y a cambio nos dejaron solo pobreza

Luego llegaron otros...lobos hambrientos
Le inventaron colores al pensamiento
Le enseñaron al pueblo, que había que odiarnos
Y entre rojos y azules, fuimos muriendo

La patria ha estado herida, desde el comienzo
La fe nos la impusieron, con miedos nuevos
Con credos y con cruces, nos doblegaron
Los otros a la fuerza, nos desplazaron

Los que nos conquistaron, que no se fueron
nos siguen conquistando, por otros medios
hoy ya no usan: coraza, petos ni yelmos
han refinado el modo de someternos


Los otros solo miran con complacencia
como el pueblo se ahoga entre la miseria
esos conquistadores, que hoy son modernos
no olvidan la avaricia de sus ancestros

Y con una consigna, en su pensamiento
parece que dijeran :vamos po'el resto
...los otros con nuestro propio consentimiento
hace doscientos años que están mintiendo

Ya no importan colores, ni sentimientos
se ha vuelto un arco iris, nuestro azul cielo
ser honesto...no cuenta, pa' ser sincero
solo importa la forma de hacer dinero

Entre conquistadores y lobos hambrientos
los unos del pasado, otros modernos
poco a poco a la patria, se van llevando
por eso es que hoy pregunto, con tono extraño

¿DE QUÉ BICENTENARIO ME ESTA HABLANDO?

ANCIZAR CASTRILLON SANTA