lunes, 29 de noviembre de 2010

INCLUSIÓN MUSICAL


Hace unos días, en una conversación informal con alguien sobre algunas necesidades culturales que presenta Manizales, acordábamos sobre la posibilidad de entender los escenarios como punto de inclusión social, ya que son los sitios desde donde se empiezan a construir las identidades culturales de la ciudad. Y es importante que dentro en un mismo lugar se puedan escuchar obras clásicas, bambucos, pasillos, también melodías de jazz, o rock, es decir, cualquier género musical, para poder acercar a estos espacios los diferentes gustos musicales.

Pretender que un espacio solo pueda ser utilizado por una propuesta musical o artística, es discriminar a otros con la forma de arte que proponen, además es olvidar el movimiento permanente del arte, que va de la mano con los cambios de la sociedad de allí que cada día todos los géneros musicales tengan elementos sociales intrínsecos y cada vez más evidentes, uno de los ejemplos lo da la música andina colombiana contemporánea donde se ve claramente que la época de carriel, poncho y sombrero ha cambiado por una propuesta musical urbana llena de fusiones con otras músicas del mundo, donde cada vez menos se ven intérpretes que cantan con atuendos campesinos así mismo se escuchan voces mucho más educadas musicalmente que lo se escuchaba en los duetos de la mitad del siglo XX. Y los escenarios son precisamente los cómplices de dichos cambios porque allí donde se escucha cada nota, cada arreglo que socialmente no significa otra cosa que los cambios de la sociedad colombiana.

Pero la responsabilidad de la inclusión social en la música para nuevos públicos no solo está en los administradores de los escenarios públicos y privados, también está en manos de los músicos y los intérpretes, en hacer el mayor esfuerzo por difundir la propuestas musicales que han construido en diferentes espacios y diferentes públicos. Hay que mencionar que esa responsabilidad muchos grupos la han asumido no solo con la difusión sino con el repertorio que interpretan hay un compromiso muy importante para la creación de nuevos públicos, el caso más claro es la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que desde  hace unos años ha hecho un homenaje a las músicas colombianas interpretando bambucos, guabinas, porros, cumbias, currulaos y joropos en un formato que muchos consideran solo para música clásica, pero lo que están haciendo es popularizar el formato y las músicas que interpretan. De esta forma lograron una versión impresionante de "Somos Pacífico", interpretado por el grupo ChocQuibTown” canción original es en ritmo de Hip Hop con fusiones de la música del pacífico colombiano, pero con los arreglos de Filarmónica de Bogotá se logró un ensamble musical realmente valioso y agradable al oído.


Para tener escenarios de inclusión social es necesario entender el arte como un elemento de la construcción de la sociedad que cambia permanentemente y que necesita expresarse de muchas formas y los escenarios son espacios para las construcciones se expresen libremente en cualquiera de sus formas o condiciones sociales, y en el caso específico de la música, resulta fundamental que todos los géneros musicales y todos los intérpretes tengan el mismo acceso a los espacios de difusión, porque de lo contrario se estaría cayendo en la privatización de las manifestaciones culturales, lo cual no solo suena abominable sino que nos condenaría a un retroceso social, que el mundo contemporáneo no puede permitir.

sábado, 20 de noviembre de 2010

MEMORIA MUSICAL


Por estos días que en Colombia tanto se habla de recuperar la memoria histórica especialmente frente al conflicto, para dar un paso en contra de la impunidad, pensaba en cómo la música podría ser una estrategia de ayudar a ese proceso de recuperar la memoria, pero así mismo descubrí que la música no solo recupera la memoria de un conflicto sino la memoria emocional de las sociedades.

La música al igual que otras manifestaciones artísticas al ser expresión del individuo y por lo tanto de la sociedad, tiene la capacidad tener una conexión permanente con los procesos sociales que suceden en el contexto en que es escrita las canciones no importa el tema sobre el cual sean escritas, amor, desamor, política, identidad nacional, etc. Sino que por el contexto en el que son escritas demarcan todas unas características sociales de ese periodo de tiempo, el ejemplo más sencillo sucede con la música que hoy en día es denominada como de cierto periodo histórico, música Clásica, música Barroca, el pop de los años ochenta, entre muchísimos ejemplos en todas las músicas del mundo, esto es una muestra de forma intrínseca de un ejercicio de memoria para la sociedad, porque la música se vuelve en un dato de carácter histórico.

Pero el tema de la memoria no solo tiene connotaciones históricas y sociológicas, también está el componente emotivo y subjetivo que tiene la música para muchos por no decir que en todos los individuos,  las canciones permiten hacer una “memoria musical” en la cual hay canciones que recuerdan personas, momentos de la vida o anécdotas con una canción o con un género musical. Y sin lugar a dudas ese es uno de los argumentos que convirtieron a la música como la manifestación artística más popular, porque logra tener una conexión emotiva permanente con los individuos, no solo con personas sino de momentos de la vida, y esto genera un ejercicio y  casi un mecanismo de memoria emotiva que determina muchas veces los gustos musicales de algunas personas, que por ejemplo escucharon una canción con la cual se sintieron identificados por cualquier motivo y deciden acercarse más al género musical.

Ya sea desde la historia, desde los contextos políticos y sociales o desde lo puramente emocional y subjetivo de quien escucha, la música es una experiencia de memoria individual y colectiva, que es necesario investigar científicamente porque ya sea en la forma que individual o colectiva, la memoria es un objeto de estudio de la ciencias sociales para dar cuenta de muchas de las características de una sociedad que algunas veces pareciera resistirse a reconocer su historia, a conocer su memoria que en países como Colombia tienen mucho que contar, por lo caótico y violento de sus construcciones sociales.    

domingo, 14 de noviembre de 2010

TRAPICHE MOLÉ, GRANDES GANADORAS


Sin temor a equivocarme este año va a ser inolvidable para un dueto femenino de gran calidad, porque han ganado muchos de los grandes premios de los festivales de música andina colombiana, entre ellos en están Gran Premio Mono Núñez, Antioquia le canta a Colombia, Princesas de la Canción 2010 en Ibagué, segundo puesto en la Bienal de MAC (Música Andina Colombiana) en Bogotá, entre otros premios. El dueto se llama Trapiche Molé, al cual le quiero hacer un pequeño reconocimiento no solo para felicitarlos por los premios, sino por su propuesta musical bien elaborada y por sus dulces voces.

La primera vez que pude verlas en vivo fue este año en el festival Príncipes de la Canción de Ibagué – Tolima, y me sorprendió la calidad de musical pero me pasó algo muy especial con las voces, logré una concentración que pocas veces siento pero las voces de Trapiche Molé lograron ese efecto casi hipnótico donde su música entra por los oídos pero se queda en la mente y el corazón, en el cual se logra disfrutar cada una de las palabras que se dicen en las canciones y que el acompañamiento de un gran tiplista parece que se vuelve un cómplice más para sentir cada interpretación.

Trapiche Molé, está compuesto por una estudiante de música y dos músicos profesionales que logran una compenetración con canciones de bella letra con una forma de interpretación llena de sentimientos expresados musicalmente, lo cual no siempre resulta fácil pero ellas lo logran por su forma particular de interpretación, así mismo tienen una propuesta estética llamativa ya que son atuendos que resaltan la belleza de las cantantes, es un atuendo fresco que llama la atención por los colores además que no parece un disfraz o algo así, porque no pretenden parecer campesinos, sino que es una propuesta estética contemporánea bastante interesante.

Otro de los aspectos a resaltar de Trapiche Molé es que aparte de ser jóvenes interpretando MAC, continúan siendo muestra fehaciente del papel activo de las mujeres dentro del mencionado género musical, donde cada vez toman más fuerza, y esto lo ratifica todos los premios ganados por este gran dueto, significa que hay unas transformaciones claras donde se evidencian los rasgos de pensamiento moderno en la música autóctona de la región andina colombiana, donde se entiende cada vez más a las mujeres desde relaciones de igualdad con los hombres lo cual es una muestra de pensamiento moderno.

Para concluir, quiero felicitar públicamente a Trapiche Molé, por el lanzamiento de su disco, donde hacen una interesante mezcla de canciones inéditas o poco conocidas con algunas mucho más populares dentro del repertorio de la MAC contemporánea, esto muestra la versatilidad que tiene el dueto, los mejores deseos con un trabajo musical que está muy bien hecho por la calidad con el que fue hecho que se comprueba fácilmente con solo escuchar algunas canciones.

lunes, 8 de noviembre de 2010

SATURACIÓN TEMPRANA


Hay algo que no tengo la certeza si se da de la misma manera en todo Colombia con la misma intensidad asfixiante que se presenta en el eje cafetero, es la saturación temprana de la música “parrandera” que se convierte normalmente en el ícono de las celebraciones de fin año, pero las emisoras populares empiezan desde finales de octubre a poner esta música lo cual me parece algo molesto, porque es no permitir que el tiempo transcurra a su paso sino obligar a que diciembre llegue antes de tiempo, lo cual puede tener varias explicaciones desde mi perspectiva lo cual intentaré esbozar hoy.

Hay que empezar por decir que si bien intérpretes como Pastor López, Rodolfo Aicardi, entre otros tantos que son el alma de las fiestas en diciembre me gustan y las disfruto dentro de su contexto, si me parece algo asfixiante tenerlas que oír desde noviembre en vehículos de servicio público o en cualquier lugar donde se amplifique el ruidoso repertorio de algunas emisoras populares que fluctúan el monótono círculo de vallenatos románticos, música “popular”, y por estos días música parrandera que invitan a dejar todo y  ponerse a bailar y a tomar licor, pero escucharla a las 8:00 AM un lunes de noviembre resulta un poco desagradable.  

El primer motivo por el cual creo es para motivar a más a que la gente consuma y compre cosas para diciembre, acelerar lo que el sociólogo Z. Bauman llama la “compulsión por comprar” y la música es una gran estrategia de introducir a la gente en el ambiente navideño para adquirir miles de productos que se empiezan a ofrecer en las pautas publicitarias que precisamente acompañan esta música. Si bien puede sonar algo exagerado para algunas personas pero creo que la música es una forma de alienar o de convocar grandes causas, por lo cual hay una posibilidad que la música parrandera sea puesta desde noviembre no por simple coincidencia o por ganas de bailar, sino como una estrategia de consumo temprano.

La segunda está un poco anclada a la anterior, pero está más relacionada a las pautas comerciales que puede recibir una emisora que pone desde un mes antes la música mencionada, es decir, que cuando se pone esta música aumenta la audiencia de público durante más horas, lo cual puede interesar a los patrocinadores de la emisora y que se verá retribuido directamente en los ingresos de la emisora. Esto puede ser otro de los intereses no tan musicales que puede tener la saturación radial de la música parrandera, lo cual resulta lógico cuando se compara la cantidad de comerciales en esta época del año en relación con los de otros meses no tan comerciales.

Basta decir que este fue un ejercicio mencionado es de especulación no puedo afirmar que ninguna de las cosas son verdad solo son sospechas o posibles explicaciones subjetivas de algo que me molesta, y que creo que no soy el único a quien escuchar a Rodolfo Aicardi sentado en un vehículo de servicio público le molesta.