En el proceso de conocimiento de la Música Andina Colombiana (MAC) he descubierto que escuchar varias veces un trabajo musical o una canción puede ayudar a aprender un poco más sobre música y más cuando no se tienen conocimientos técnicos al respecto como en mi caso, entonces escuchar y re-escuchar ayuda a formarse conceptos cada vez más claros y menos subjetivos sobre lo que se escucha. Pues bien, por eso hoy quiero dialogar sobre la importancia de escuchar en repetidas ocasiones una misma canción.
Sé que puede sonar como algo tedioso o sin mucha importancia, pero cuando se analiza lentamente y casi que se mastica cada canción se encuentra el valor y la importancia que ello tiene. Por eso es que cada que llega un trabajo musical nuevo a mis manos procuro escucharlo cuantas más veces sea posible, lo mismo hago con las canciones que de forma aislada descubro o que alguien me recomienda, trato de escucharlo mínimo 10 veces, porque me di cuenta que realizando ese ejercicio puedo comprender mucho mejor una interpretación o el sentido que tiene una composición.
Escuchar varias veces permite darle otro sentido a lo que se escucha y también ayuda a cambiar la impresión que uno puede tener sobre una canción o sobre un trabajo musical, por ejemplo: hace poco volví a escuchar un CD que cuando lo escuché por primera vez no me gustó mucho pero esta semana por casualidad lo volví a escuchar y quedé con una impresión diferente que si bien, no tiene un estilo como los que usualmente me gustan, le encontré nuevos elementos, puse más atención a las interpretaciones instrumentales y a las letras y encontré un buen trabajo discográfico y de ahí nació la idea de escribir la presente entrada.
Pero escuchar detalladamente también puede tener riesgos, como por ejemplo cambiar los gustos musicales porque se descubre la verdadera intención o por lo menos los discursos implícitos de ciertos géneros, por ejemplo la mal llamada música “popular” o el regaeeton que tienen un mensaje transversal que cuando alguien lo encuentra puede decidirse a apartarse de ese género.
Como conclusión, quiero resaltar la importancia de escuchar en repetidas ocasiones como ejercicio se apreciación musical, como forma de aprender de música y como posibilidad de valorar mucho más lo que se escucha en la medida que se aprende a reconocer la idea del compositor y se comprende un poco más el sentido subjetivo que puede tener una interpretación. La invitación que hoy deseo hacerles es a escuchar mejor para amar y conocer lo que pasa por nuestros oídos.
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