domingo, 12 de abril de 2015

SOBRE LOS DUETOS MASCULINOS

Hay un tema que desde hace un muy buen tiempo quería abordar en este espacio, pero por ser de alguna manera polémico, incluso espinoso, me había resistido un poco en publicar algo sobre eso, pero hoy, deseo publicar mi lectura de un formato de nuestra música andina colombiana que en mi criterio debe repensarse, releerse, pero sobre todo, refrescarse. Estoy hablando de los duetos masculinos.

Digo que es un tema polémico porque el formato del dueto masculino, le ha traído grandes reconocimientos a la música andina colombiana, no en vano la denominada “Época de Oro” de los años 50 fue protagonizada por grandes duetos masculinos como Garzón y Collazos, Los Hermanos Martínez y otros tantos que labraron la historia de nuestra música tradicional, así mismo tampoco se puede desconocer que duetos como Pelón y Marín llevaron nuestra música a México, es por eso que el primer bambuco se grabó en ese país en el año de 1908. (https://www.youtube.com/watch?v=N47ic3wwsFI&list=PLBdzXBcUlXURzQoVzkH3PAsvCXWRmFMyG). 

De ahí que referirse a ellos es complejo y exige conocimiento de la historia y mucho respeto por todo lo construido por este formato que tanto le aportó a la música tradicional de la región andina colombiana, y que por dinámicas políticas centralistas llegó a ser denominada como la Música Colombiana, negando las otras expresiones musicales del país como parte de la música colombiana también.    

Pero, para nadie es un secreto, que los duetos masculinos han cambiado muy poco desde la época que se mencionó en el párrafo anterior. Es por eso que aun vemos duetos acartonados, con atuendos elegantes, con repertorios muy parecidos y con unas formas de interpretación casi idénticas. Lo que preocupa es que son muy pocos los duetos masculinos actuales que son distintos, frescos, con otro tipo de arreglos. Me atrevo a afirmar que los duetos que intentan plantear algo nuevo se pueden contar en la palma de la mano. Pero el problema no solo pasa por los intérpretes, es un problema del género, porque hay jurados de festivales, que premian las propuestas tradicionales, que no innovan y siguen repitiendo un esquema que en mi opinión está caduco. Puede ser por eso que en oportunidades eso pocos duetos que se esfuerzan por hacer algo distinto y por cambiar, ni siquiera pasan a las finales de festivales de música andina colombiana que se suponen que es para incentivar la creación.

Algunas personas se preguntarán porqué solo hago referencia a los duetos masculinos y no a los femeninos. Lo que pasa es que este formato si se ha reinventado, de ahí que hayan propuestas realizadas por mujeres que son frescas, alegres, innovadoras y variadas dentro de un mismo formato. Incluso, en mayor cantidad y calidad que los duetos masculinos.

Cada que asisto a un festival, me pregunto ¿Por qué  casi no hay duetos masculinos que no estén encorbatados o que no tengan unos atuendos tradicionales? (esos de poncho y sombrero). Personalmente me aburre ver propuestas que no sorprenden, no tienen nada nuevo que decir en sus contenidos, desde lo estético, desde lo simbólico y desde los propios repertorios.


Por todo lo anterior, es que invito a los duetos a innovar, a arriesgarse, a liberarse un poco de ese enorme peso que cargan al hacer parte de un formato que tanto reconocimiento le ha dado a nuestra música.  Hay que soñar con otras formas de duetos, distinta, alegre, actualizada. 

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