Para muchas personas la música andina colombiana es cosa de campesinos, porque siempre habla de amores pasados, de abuelos y arrieros que ya nos están, pero hay que decir que esta visión del país ya ha cambiado por diferentes factores, el primero y creo que más claro por el crecimiento urbano de Colombia en las últimas 5 décadas, lo cual ha generado un proceso de migración que se ve expresado en que los compositores escriban desde la ciudad, la segunda razón es el proceso de construcción académica de la música que ha subido el nivel de composición instrumental y vocal. Aunque también se podría plantear una tercera opción algo más compleja y es que en el campo no se volvió a escuchar música andina colombiana ya que otros géneros foráneos se apoderaron del campo colombiano, con lo cual ya no se incentiva a componer música vernácula sino otros géneros. Y a todo lo anterior se le podría sumar una consecuencia del proceso académico, es el hecho que se la música andina colombiana se ha subido a un nivel tal, que se ha olvidado de sus raíces primarias, la montaña.
La “urbanización” dentro de la música andina colombiana puede verse a partir de lo que llaman los sociólogos “las nuevas ruralidades”, lo que en términos sencillos aunque algo escuetos, es que el campo ya depende de la ciudad dado que todo lo que se produce en el campo es para la ciudad y por lo tanto el campesino es entendido como lo lejano, lo antiguo y se le ve como un recuerdo del pasado melancólico. Y en la música se ve claramente en muchísimas canciones que evocan permanentemente al campo. Pero también hay una alta cantidad de piezas musicales contemporáneas que plantean un país urbano sin recuerdos bucólicos del campo, sino que hablan de la ciudad y sus contrastes, de los valores culturales propios de la ciudad, del amor y de la vida de la ciudad, sin arrieros, ni campesinos y abuelos que se les pregunta que se puede hacer por el pueblo.
Tampoco hay que caer en la radicalidad de negar al ancestro campesino, sino que también lo urbano merece ser explicado en las nuevas composiciones instrumentales como vocales, de allí la importancia que la música andina colombiana hable de la realidad urbana del país.
También hay otro argumento a favor de la música que plantea temas urbanos, y es que puede generar más cercanía para quienes no conocen mucho de música andina colombiana, además no a todo el mundo le gusta escuchar sobre historias campesinas y si se abordan temas más cercanos a la realidad de dichas personas podrían valorar este género musical como expresión de su realidad, y no como un recuerdo de los abuelos, si bien esto no tiene nada de malo, hay que decir que a muchas personas les parece aburrido, y la música andina colombiana no es aburrida, solo que a veces por ignorancia es incomprendida y prejuzgada.
excelente artículo Andrés
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