Ante la ya repetitiva pregunta que me hacen hoy voy a contar el porqué de mi afición por la música andina colombiana, de una manera sencilla y espero que agradable.
Primero que todo, hay que decir que mi proceso de acercamiento a la música andina colombina empezó hace 11 años aproximadamente, con una canción que aun me estremece, se llama “Reclamo a Dios” este vals compuesto por el Maestro Rodrigo Silva Ramos el cual habla sobre la tragedia de Armero (erupción del volcán nevado del Ruiz) y sin lugar a dudas me incentivo en buscar sobre esta música tan cercana a nuestra realidad y que tenía algo único era hecha en Colombia. Entonces empecé a buscar duetos como Silvia y Villalba, Garzón y Collazos, Los Hermanos Martínez entre otros, después empecé a escuchar algunas propuestas instrumentales más conocidas, y de ahí todo lo que me sonaba a música andina colombiana me empezó a interesar.
Pero la pregunta que podría surgir es ¿Qué tiene la música andina colombiana que no tenga otro género? La respuesta es algo amplia, pero digamos que lo que más me atrajo fue encontrar una música con un “sabor” propio, este sabor no lo sé describir, ya que conozco muy poco de música para hacerlo técnicamente, solo lo explico desde lo emocional, sencillamente porque ese “saborcito” tiene algo me he hace vibrar, pero hay algo que paulatinamente me está pasando, que ese sabor ya me hace falta, lo cual no signifique que descalifique o que no me guste los géneros en los que no me generen esa sensación, solo que la música andina colombiana me produce una emoción que me ha apasionado tanto que hoy me declaro admirador, defensor y casi fanático de la música andina colombiana.
Durante todo este proceso me he encontrado con propuestas musicales y compositores, que me van acercando más y me voy involucrando con nuevas perspectivas de análisis de la música, ya que he logrado trascender del gusto solo por la música, e a ir más allá y analizar algunos contenidos y contextos sociales de algunas tendencias. Gracias a grupos, como Bandola, Dueto Primavera, Dueto Lluvia y Rocío, Los Hermanos Calero, Niyireth Alarcón, Guafa Trío, Ensamble Tríptico y Música para el Pie Izquierdo, entre muchísimos otros y compositores como los maestros José A Morales, Luis Carlos Gonzales, Gustavo Adolfo Rengifo, John Jairo Claro y obviamente la maestra Luz Marina Posada entre otros, a través de sus obras he ido aprendiendo un poco sobre este extenso mundo.
Por todo esto es que soy aficionado a la música andina colombiana, además seguiré siéndolo hasta que no descubra nada nuevo y hasta que ese “saborcito” del tiple, la guitarra y otros instrumentos se acaben o que no me vuelvan a producir sensaciones tan agradables. Entonces ese día regalaré el tiple colgado.
Primero que todo, hay que decir que mi proceso de acercamiento a la música andina colombina empezó hace 11 años aproximadamente, con una canción que aun me estremece, se llama “Reclamo a Dios” este vals compuesto por el Maestro Rodrigo Silva Ramos el cual habla sobre la tragedia de Armero (erupción del volcán nevado del Ruiz) y sin lugar a dudas me incentivo en buscar sobre esta música tan cercana a nuestra realidad y que tenía algo único era hecha en Colombia. Entonces empecé a buscar duetos como Silvia y Villalba, Garzón y Collazos, Los Hermanos Martínez entre otros, después empecé a escuchar algunas propuestas instrumentales más conocidas, y de ahí todo lo que me sonaba a música andina colombiana me empezó a interesar.
Pero la pregunta que podría surgir es ¿Qué tiene la música andina colombiana que no tenga otro género? La respuesta es algo amplia, pero digamos que lo que más me atrajo fue encontrar una música con un “sabor” propio, este sabor no lo sé describir, ya que conozco muy poco de música para hacerlo técnicamente, solo lo explico desde lo emocional, sencillamente porque ese “saborcito” tiene algo me he hace vibrar, pero hay algo que paulatinamente me está pasando, que ese sabor ya me hace falta, lo cual no signifique que descalifique o que no me guste los géneros en los que no me generen esa sensación, solo que la música andina colombiana me produce una emoción que me ha apasionado tanto que hoy me declaro admirador, defensor y casi fanático de la música andina colombiana.
Durante todo este proceso me he encontrado con propuestas musicales y compositores, que me van acercando más y me voy involucrando con nuevas perspectivas de análisis de la música, ya que he logrado trascender del gusto solo por la música, e a ir más allá y analizar algunos contenidos y contextos sociales de algunas tendencias. Gracias a grupos, como Bandola, Dueto Primavera, Dueto Lluvia y Rocío, Los Hermanos Calero, Niyireth Alarcón, Guafa Trío, Ensamble Tríptico y Música para el Pie Izquierdo, entre muchísimos otros y compositores como los maestros José A Morales, Luis Carlos Gonzales, Gustavo Adolfo Rengifo, John Jairo Claro y obviamente la maestra Luz Marina Posada entre otros, a través de sus obras he ido aprendiendo un poco sobre este extenso mundo.
Por todo esto es que soy aficionado a la música andina colombiana, además seguiré siéndolo hasta que no descubra nada nuevo y hasta que ese “saborcito” del tiple, la guitarra y otros instrumentos se acaben o que no me vuelvan a producir sensaciones tan agradables. Entonces ese día regalaré el tiple colgado.
Eso de "casi fanatico" lo pongo en duda!!! jajaja
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Ana María. Y por cierto: siempre me ha llamado la atención esa canción de "Reclamo a Dios" porque desde el título le echan la culpa al pobre "Chuchito" de la tragedia en Armero. Pero qué le vamos a hacer, ésa es una constumbre muy humana; o sino piensen cuántas veces la gente no pregunta "¿Por qué a mí, señor?" cuando algo le pasa. Alguna vez leí un artículo dónde el escritor proponía cambiar la pregunta: ¿Y por qué NO a mí? A todos nos pasa. Ahí les dejo.
ResponderEliminarSaludos,
El opinador más jarto de este blog.
Pues a mi me alegra que Ana Maria haya comentado algo y el otro opinador, ¿que decir? se había demorado en aparecer.
ResponderEliminarMe va a tocar que seguir escribiendo artículos así para que halla más de dos presonas (Y me incluyo)comentando.
ABRAZOS PARA AMBOS
Hombre Andrés, me parece admirable tu inquietud acerca de nuestra hermosa musica Colombiana, toda vez que a tu edad son muy pocos aquellos que manifiestan ese "saborcito" que comparto plenamente,
ResponderEliminarEspecial saludo,
Jorge A Londoño A
Andrés, también soy una persona que le gusta la música colombiana y a los grupos que nombro me gustariá añadir el maestro Oscar Santa Fe, Oriol Caro, el negro Parra, Lucas Saboya (todos tiplistas) y el grupo Oí (Faber, Juan y Luis).
ResponderEliminarhttp://eltiplecolombiano.blogspot.com/
Comparto plenamente los grupos que me sugieres José Nestor, especialmente el grupo Oí, los considero un porpuesta musical totalmente innovadora, me encantan, y lo de los tiplistas, ni hablar, con Lucas es un placer disfrutar de su virtuosidad, sino que no nombré todos los que me han formado en este amor por el "saborcito" porque quedaría un texto larguísimo.
ResponderEliminarPor otro lado, me encanta encontrar un amigo blooger que difunde el folclor andino a partir de nuestrto Tiple.