lunes, 23 de noviembre de 2009

NIÑOS EN LA MÚSICA ANDINA COLOBIANA

Hoy, quiero abordar un tema que tiene 2 posibilidades de expresión, el tema son los niños en la música andina colombiana, y las perspectivas son: 1. Canciones dedicadas a los niños, y los discursos que allí hay implícitos y 2. Niños que interpretan música andina colombiana, así mismo descubrir algunos elementos de análisis.


Deseo empezar el análisis con un vals muy tradicional, Ojalá No Crecieras interpretado por los Hermanos Martínez, es un cantó a la ternura e inocencia de la infancia en cual se hace una pequeña descripción del proceso de crecimiento biológico y de los sufrimientos que a cada individuo le han de tocar expresados en la vejez, es un canto nostálgico donde la frase “Cuanto diera porque no crecieras” es el eje central de una mirada conservadora, por detener el proceso obvio, (en la mayoría de los casos) perspectiva que resulta es normal en la medida que muchos lo han pensado para los niños que llegan a un mundo tan caótico como el actual, pero pensar en que alguien por más que se quiera no crezca es negarle la posibilidad de acceder al mundo, pero sin entrar en profundizaciones innecesarias para una canción que tampoco lo hace mucho es un error, solo puede entenderse como un vals tradicional que responde a las concepciones de la época en la que fue escrita, la Colombia de mitad del siglo XX.

Ahora expondré brevemente un bambuco que tiene unas connotaciones políticas muy interesantes ya que “Daniela”, compuesta por Guillermo Calderón, toda vez que son los cuestionamientos que se hace un padre para responderle a su hija sobre algunos de los problemas sociales del país, Pobreza y Guerra, y es precisamente allí donde reside el valor político de dicho bambuco en la medida que se cuestiona por lo que pasa en el contexto en que se vive y no solo se habla de los sentimientos que se generan por el nacimiento de una niña en este caso, sino que está planteando dos problemas sustanciales que aquejan al país, además hay que mencionar el lenguaje de la canción es en términos urbanos, aunque si bien al principio describe un contexto rural, más adelante plantea un espacio urbano cuando dice “¿por qué otros niños viven bajo la tierra?...” aunque alguien podría plantearlo como una contradicción porque la mencionada.

Para terminar la primera parte, quiero mencionar que la canción ganadora como obra inédita en el pasado Festival Mono Núñez “Al caer el Sol” de Luis Fernando Hermida, es dedicada a una niña precisamente, lo realmente valioso de dicha canción es que está referida totalmente en términos urbanos lo cual demarca la transformación cultural del país expresada en la música andina colombiana. Resulta imposible hablar que de las canciones compuestas por la maestra Luz Marina Posada, dado que tiene un sentido crítico impresionante, ya que canciones como “Quiero darte un Mundo Nuevo” es la representación de cómo los niños cambian las visiones del mundo, y de allí se justifica transformarlo - el mundo- para hacer felices a quienes precisamente son la motivación para hacerlo.

El segundo tema para abordar, es la forma de interpretar de los niños en la música andina, primero que todo es fundamental que haya niños que estén cantando la música de dicha zona del país ya que se continua con la tradición oral, además de incentivar nuevas formas de composición e interpretación y encuentros como Mateo Ibarra Conde que se hace en el marco del Festival Mono Núñez o el concurso Colombia Canta y Encanta que se realiza en Medellín, entre otros festivales y encuentros infantiles del género, son el mejor de los espacios para apoyar los nuevos talentos toda vez que se vuelven escuelas donde el compartir experiencias es el elemento fundamental para poder motivar a los niños a que hagan música andina colombiana.

Pero hay algo que me llama poderosamente es ver los atuendos con los que muchos niños se visten para cantar, algunos niños se visten de campesinos cuando son niños de un contexto urbano, lo cual desde mi perspectiva es un problema que hay dentro de la música andina colombiana, ya que al vestirse así reproducen un pensamiento rural lejano a sus vivencias, y que no ayuda a que los niños se vean reflejados en dicho género sino que lo hagan por conservar unas costumbres rurales que ya no se tienen, pero tengo que aclarar que los concursos y encuentros nada tienen que ver en dicha visión ya que no hay una norma que obligue a vestirse de una forma o la otra.

La invitación que hago desde aquí es que se siga apoyando a los niños que cantan pero que se les motive a dejar las representaciones rurales para que la música andina colombiana pueda avanzar más rápido en una visión urbana del folclor.

7 comentarios:

  1. A Michael Jackson también le gustaban mucho los niños...

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  2. Apreciado Martín, cada vez más me desilusionan tus comentarios que no hacen el más mínimo esfuerzo de gastar una pizca cerebro y que no generan la más mínima posibilidad de debate, como alguna vez lo hiciste y que en eriquecían los debates simples de este blog.
    Espeo que salgas de este bache...
    UN ABRAZO

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  3. FOQUITO: ME GUSTÓ EL ARTÍCULO... Y HAY QUE DARLE ALGUNOS ATUENDOS NUEVOS A LOS NIÑOS, PERO BAKANO CONSERVAR CIERTAS TRADICIONES.... FELICIDADES....Y PILAS NO ES "MÍSICA", ES "MÚSICA"...

    SALUDOS.... UCHI!

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  4. Si quiere debatamos, pues: yo estoy dispuesto a demostrar que a Michal Jackson sí le gustaban mucho los niños...

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  5. que bonito por fin visite su blog, muy original me gusto mucho, tengo un gusto y un cariño especial por nuestra musica y si usted no sabe de ella yo menos solo se que suena bonito jajaajaja muy interesante pa que. gracias por compartirnos su buen gusto.... chao.

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  6. Jime, pues bienvenida al tiple colgado... y comparto plenamente eso que nustra música nos duena bonito, es más por eso hice este blog, para hablar sobre eso que nos suena bonito y que tanto nos apasiona...

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  7. Gracias Andrés por éste aporte que haces a nuestra música. Creo que estamos en un proceso de búsqueda de un punto de encuentro entre la música tradicional y un formato de presentación acorde a nuestra época. En ésta búsqueda hay aciertos y desaciertos, pero por la positiva y contundente respuesta del público, particularmente en Medellín, sé que vamos por buen camino.... un abrazo!!!

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