Después de haber asistido por quinta vez el festival Mono Núñez, y al igual que cada año estoy lleno no solo de música en el cabeza, sino de muchas ideas que espero ir plasmado en este espacio de conversación. Es por eso que el tema que hoy deseo abordar es algo por lo cual muchos asistimos a los festivales aparte de escuchar la Música Andina Colombiana (MAC).
Una de mis motivaciones para asistir a los festivales y concursos de MAC es la posibilidad permanente que se brinda para socializar entre personas que también gustan de la música tradicional de la zona andina colombiana, no solo con compositores e intérpretes, sino periodistas, investigadores, productores y directivos de los festivales y obviamente amantes de la MAC. Que con el pasar de los años volvieron amigos de verse en cada festival y en cada concurso.
Gracias a la socialización que en estos espacios se pueden hacer redes sociales para la difusión de nuestras músicas, y no hablo en el sentido comercial y virtual que hoy se le dio al término “redes sociales” sino el valor social que esto tiene. Porque las redes sociales son puntos de encuentro de subjetividades que confluyen en un tema determinado, que si bien la redes virtuales lo hacen van mucho más allá de la Internet.
Tener la posibilidad de encontrarse con personas que comparten el gusto por la MAC, convierte en los festivales en espacios esperado para socializar sobre la realidad del género, debatir sobre las decisiones del jurado en los festivales y concursos, enterarse de próximos eventos, hacerle difusión a los espacios que hablan de esta música, darse cuenta de las investigaciones que se hacen sobre la música autóctona. Así mismo gracias a esa socialización es que se percibe un ambiente de amistad entre todos los que asisten a ciertos espacios.
Así mismo, llama mucho la atención que entre todas las personas que tienen escarapelas del festival se saludan así no se sepa quién es, si es periodista, participante o en mi caso investigador, pero eso al final no importa porque todos somos amigos y terminamos dialogando siempre con temas alusivos a la música ya sean sus problemas o sus aciertos, pero con la característica de ser en un ambiente agradable que desafortunadamente dura mientras que dura el festival y vuelve a generarse cuando hay otro punto de encuentro, toda vez porque los amantes de la MAC estamos distribuidos por toda la zona andina colombiana, lo cual dificulta los encuentros de socialización permanentes.
Es por todo lo anterior, que reconozco en los festivales no solo espacios para escuchar y adquirir la MAC contemporánea, sino encuentro un espacio de dialogo y debate que fortalece los procesos de difusión y construcción de los nuevos lenguajes del folclor colombiano.
Tienes toda la razón, después de compartir tres días de música Colombiana se sienten el corazón y la mente recargados, y si a esto le añadimos el infinito placer de abrazar a los amigos festivaleros, con los cuales existen cita anuales ineludibles, se convierte en un desfogue del alma que solo podemos describir quienes hemos disfrutado de estos espacios, que gracias a Dios cada vez son más, es ésta una invitación entonces para que lo vivan... ser viajero de la musica no tiene comparación!
ResponderEliminarAna Lu ( Grupo Bandola)
Si Ana Lu,
ResponderEliminarEstar cerca de la fraternidad de la música andina colombiana es realmente maravilloso, esto de pasar todo el día pensando en la MAC y compartiendo con personas como tu y tu familia Bandola enriquece la vida, por eso como siempre lo he dicho "uno tiene que ir alguna vez en la vida a algún festival, para conocer a Colombia"
Y estoy absolutamente de acuerdo con tu frase "ser viajero de la musica no tiene comparación!" eso resume todo lo que se vive y se disfruta.
UN ABRAZO¡