viernes, 24 de junio de 2011

RUIDO VS CULTURA


Para continuar con mis lecturas de lo que fue el Festival de Música Andina Colombiana Mono Núñez 2011, hoy quiero dialogar sobre algo que veo que está pasando en el marco del festival que me parece no solo reprochable para la importancia cultural del Mono Núñez, sino que tiene unas connotaciones ambientales graves. Estoy haciendo referencia a un espacio que la contaminación auditiva se ha ido tomando la plaza de Ginebra desde que se trasladó el Festival de la Plaza para el Parque de la Música.

La situación es la siguiente, desde que se hacía el Festival de la Plaza en la plaza central del municipio, a un costado y en frente de la tarima donde se presentan los intérpretes y compositores más importantes de la música andina colombiana, empezaron a poner fondas y discotecas que ponían música diferente a la que se debería escuchar en el festival de música andina colombiana (MAC). Lo cual generaba incomodidad no solo a los intérpretes sino a quienes con molestia escuchábamos MAC por un lado, y por otro rancheras a todo volumen.

Ahora bien, cuando se construyó el parque de la música se acabó dicha incomodidad para intérpretes, compositores y el público interesado en escuchar solamente MAC. Pero en la plaza, esto no solo se acentuó con el aumento indiscriminado de las fondas, sino que la contaminación auditiva que someten a quienes están en ese espacio, es realmente insoportable porque ya no hay quién los regule. En la plaza entonces se escuchan de forma ruidosa, rancheras, vallenatos, bachatas, música “popular” y algunos bambucos a la vez, lo cual no permite estar cómodo para escuchar algún género en especial, porque es tanto el ruido que no se sabe donde se escucha qué.

Lo que a mi realmente me preocupa es que no haya quién controle esto, porque no sé si es la alcaldía la encargada de hacerlo o FUNMUSICA por ser la organizadora del festival sea quien tenga la responsabilidad de organizar los espacios que se organizan en el marco del festival.
El llamado que hago desde aquí como persona independiente y sin ningún interés por ninguna institución, es que se definan responsabilidades sobre no solo la contaminación auditiva sino contra el mal uso del espacio público ya que por el aumento desmedido de fondas y discotecas el espacio para caminar por la plaza de Ginebra es muy reducido e incómodo.

Es necesario que instituciones o personas en Ginebra se pronuncien al respecto, porque finalmente son ellos los perjudicados por el ruido y por el atropello a lo que significa espacio público.  Así mismo creo que las instituciones promotoras de la cultura deben plantear sus insatisfacciones contra lo que a todas luces es una violación a la identidad cultural que se trata de construir la música andina colombiana.

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