lunes, 31 de octubre de 2011

"RITUALITOS QUE TIENE UNO PARA VIVIR"


Hace aproximadamente tres años durante una entrevista para una investigación que hice sobre el bambuco, una intérprete de Música Andina Colombiana (MAC) hablando de mujeres que interpretaban algunas de músicas  latinoamericanas y me habló de una mujer que desde ese día hasta hoy me sorprende cada que escucho una de sus composiciones e interpretaciones donde se siente una sensación de tranquilidad y emoción por lo que se escucha, estoy hablando de la cantautora caleña Marta Gómez, quién es muy poco conocida en Colombia mientras que a nivel internacional es de gran reconocimiento hasta el punto de haber sido nominada a los premios Bilboard y este año a los Gramy.

Para mí, lo más valioso que tiene esta gran compositora e intérprete es la fusión que hace de ritmos tradicionales latinoamericanos, donde logra unos sonidos muy agradables acompañados de una voz hermosísima que dan ganas de seguir escuchando. También hay algo que admiro de su obra profundamente, es la sencillez de los temas que aborda pero a la vez dentro de esa sencillez hay una profundidad implícita realmente apasionante, porque logra desentrañar sentimientos del corazón. Basta escuchar canciones como “La  Finca” para descubrirlo.

Otro de los aspectos por los cuales me encanta de la obra de Marta Gómez, son las composiciones dedicadas a Colombia como es el caso del Bambuco “Confesión”, donde se percibe toda la sensibilidad de esta gran compositora que con su voz tan especial menciona los aspectos positivos y negativos del país, por medio de analogías, y una narración que atrapa a quien la escucha.

Hay algo que lamento profundamente es que las magníficas cualidades como compositora que tiene esa maestra de las músicas latinoamericanas tristemente pocos las conocen en Colombia, si bien la internet ha sido un punto importante para la difusión de la propuesta de esta gran mujer, también es cierto que es casi un imposible conseguir en una discotienda un CD de ella, primero porque los propietarios de estos sitios no traen esta extraordinaria propuesta porque no la conocen y la segunda es porque en los pocos sitios donde llega un CD inmediatamente se acaba porque cada vez somos más quienes escuchamos a Marta Gómez.

Como conclusión, más que invitar a descubrir a esta magnífica cantautora, deseo en nombre de todos quienes la escuchamos, agradecerle por sus composiciones que atrapan, emocionan y enamoran por su calidad musical y por unas letras que reflejan una sinceridad inmensa para escribir y todo esto por medio de nuestras músicas tradicionales, lo que demuestra no solo la importancia sino la vigencia de estas.

¡Gracias Marta por describir tu corazón con las músicas latinoamericanas¡

domingo, 23 de octubre de 2011

NUEVAS MÚSICAS COLOMBIANAS

Para nadie es un secreto que en este momento hay un retorno a muchas de las músicas colombianas por parte de nuevos grupos que hacen fusiones con ritmos comerciales, casos como Choquib-town, Bomba Estereo, Sistema Solar, La Revuelta, entre muchísimos otros, son muestra que a muchos de los grupos colombianos les interesa abordar el folclor de de algunas partes del país, lo cual es bastante interesante y necesario para el país. Pero sin duda, son las músicas de solo dos regiones las que predominan en este tipo de propuestas, es claro que las músicas de las costas atlántica y pacífica son las más utilizadas para hacer las mencionadas fusiones. Por eso hoy quiero hacer una defensa de la Música Andina Colombiana (MAC) como una forma perfectamente válida de abordar el folclor colombiano.

Antes que nada quiero expresar que no tengo absolutamente nada en contra de las músicas de los litorales y menos sobre este tipo de fusiones nuevas, es más, hay propuestas como la de Choquib-town que me gustan bastante. Pero quiero hacer una invitación a voltear la mirada hacia otras músicas colombianas que también tienen mucho por decir y por explorar.

Como ejercicio de ampliar las perspectivas de conocimiento de las músicas colombianas y poder escribir la presente entrada he escuchado un poco de las nuevas propuestas de las músicas del Caribe y del Pacífico colombiano. Y debo decir que encontré más contenidos no solo en las letras sino en la música en las expresiones nuevas del pacífico, porque considero que debido a la popularización de los sonidos del Caribe hay algunas propuestas que poco o nada dicen y pareciera que aprovecharan la moda de estas músicas para hacer cosas sencillas, y obtener audiencia de forma fácil.

Después de ver los contrastes entre las diferentes músicas colombianas, debo hacer un llamado al conocimiento de los nuevos lenguajes de la MAC, porque no solo hay elaboraciones musicales de alta calidad, sino que en las letras hay muchos más contenidos que en algunas de las propuestas de las músicas de los litorales.

Cuando hablo de las letras no estoy haciendo mención necesariamente a contenidos de protesta o de tipo político, no, estoy diciendo que hay más historias, que encuentro un relato mejor contado en un bambuco o en un pasillo que en algunas propuestas de la música del Caribe esencialmente. Lo cual me reafirma en seguir creyéndole a los nuevos compositores e intérpretes que hacen MAC, porque todavía se nota el esfuerzo por contar historias, narrar la realidad y por hacer una música bien elaborada así eso les lleve a alejarse de las dinámicas de la composición comercial.

Como conclusión, no quiero que esta entrada sea tomada como un ataque a las otras músicas, para nada, porque soy convencido de la importancia de todas nuestras construcciones musicales autóctonas. Lo que traté de expresar es una invitación a escuchar otras músicas colombianas, no necesariamente para compararlas sino para conocer mejor al país y disfrutar de su enorme diversidad musical.

sábado, 1 de octubre de 2011

ESCUCHAR Y RE-ESCUCHAR


En el proceso de conocimiento de la Música Andina Colombiana (MAC) he descubierto que escuchar varias veces un trabajo musical o una canción puede ayudar a aprender un poco más sobre música y más cuando no se tienen conocimientos técnicos al respecto como en mi caso, entonces escuchar y re-escuchar ayuda a formarse conceptos cada vez más claros y menos subjetivos sobre lo que se escucha. Pues bien, por eso hoy quiero dialogar sobre la importancia de escuchar en repetidas ocasiones una misma canción.
Sé que puede sonar como algo tedioso o sin mucha importancia, pero cuando se analiza lentamente y casi que se mastica cada canción se encuentra el valor y la importancia que ello tiene. Por eso es que cada que llega un trabajo musical nuevo a mis manos procuro escucharlo cuantas más veces sea posible, lo mismo hago con las canciones que de forma aislada descubro o que alguien me recomienda, trato de escucharlo mínimo 10 veces, porque me di cuenta que realizando ese ejercicio puedo comprender mucho mejor una interpretación o el sentido que tiene una composición.

Escuchar varias veces permite darle otro sentido a lo que se escucha y también ayuda a cambiar la impresión que uno puede tener sobre una canción o sobre un trabajo musical, por ejemplo: hace poco volví a escuchar un CD que cuando lo escuché por primera vez no me gustó mucho pero esta semana por casualidad lo volví a escuchar y quedé con una impresión diferente que si bien, no tiene un estilo como los que usualmente me gustan, le encontré nuevos elementos, puse más atención a las interpretaciones instrumentales y a las letras y encontré un buen trabajo discográfico y de ahí nació la idea de escribir la presente entrada.

Pero escuchar detalladamente también puede tener riesgos, como por ejemplo cambiar los gustos musicales porque se descubre la verdadera intención o por lo menos los discursos implícitos de ciertos géneros, por ejemplo la mal llamada música “popular” o el regaeeton que tienen un mensaje transversal que cuando alguien lo encuentra puede decidirse a apartarse de ese género.

Como conclusión, quiero resaltar la importancia de escuchar en repetidas ocasiones como ejercicio se apreciación musical, como forma de aprender de música y como posibilidad de valorar mucho más lo que se escucha en la medida que se aprende a reconocer la idea del compositor y se comprende un poco más el sentido subjetivo que puede tener una interpretación. La invitación que hoy deseo hacerles es a escuchar mejor para amar y conocer lo que pasa por nuestros oídos.