La mujer en la música de la región andina al principio parecía estar en una especie de pedestal porque solo era fuente de inspiración para el amor y desamor pero no tenía voz, pero al surgir como cantante de manera activa inicialmente de forma significativa con la gran Beatriz Arellano quien sin lugar a dudas abrió las puertas para el papel vivo de la mujer que hoy disfrutamos, digo papel vivo por cuanto que la mujer hoy no solo es inspiración sino que interpreta, compone y transforma algunas de las estructuras tradicionales por que algún tiempo parecían inamovibles, tal es el caso de intérpretes como Carolina Muñoz, Luz Marina Posada, Silvia Bibiana Ortega, Sandra Rivera, la misma Martha Gómez entre muchísimas otras solistas y el caso de grupos y duetos como, Lluvia y Rocío, Hoja de Roble, Trapiche Molé y Secreto a Voces.
Precisamente el último grupo nombrado (Secreto a Voces) plantea un elemento innovador, toda vez que hay una propuesta de género implícita dado que interpretan en su mayoría canciones compuestas por mujeres en un formato picaresco de tres mujeres con un atuendo llamativo por los colores y accesorios que presentan a Secreto a Voces como una propuesta alegre con una propuesta atractiva visualmente que con solo verlas despiertan interés de escucharlas.
Aparte de las mujeres mencionadas anteriormente, la participación es muy amplia solo basta con analizar los grupos participantes en el 36 Festival Mono Núñez, la contribución de la mujer en la modalidad tanto vocal como instrumental es tan masiva que por lo menos en el 70 u 80% de los grupos participantes y los invitados tenían la presencia por lo menos de una mujer, lo cual es muestra clara que la mujer tiene un nivel parejo al del hombre en actividades como la música lo cual hace perder un poco de fuerza a algunas visiones femeninas radicales que plantean un conflicto -por la reivindicación un poco recalcitrante del papel de la mujer- con el hombre, toda vez que cada día es más evidente el dialogo desde la igualdad de los géneros.
Hubo un gesto que me llamó poderosamente la atención, es una solidaridad no sé si de género, pero por lo menos si da la impresión de serlo. El gesto que me pareció repetitivo era como un dueto femenino de la trayectoria de Lluvia y Roció daban consejos y apoyaban a otros duetos de mujeres que apenas comienzan el camino y a otros que se están consolidando como es el caso de Trapiche Molé, ganadoras del Gran Premio Mono Núñez máximo galardón posible en el festival más importante de MAC. Este gesto solidario representa el fortalecimiento de la mujer no solo en la participación como tal sino en la solidaridad en un espacio de competencia como es un festival de música andina colombiana.
Por todo lo anterior, sigo celebrando igual que lo hice en “Mujeres que Transforman” que las mujeres sigan avanzando desde la igualdad y el consenso en su reconocimiento en diferentes espacios, así mismo sigo celebrando las propuestas innovadoras que configuran y construyen los nuevos lenguajes de la MAC, donde se acaban las princesas que no se mueven para conservar su belleza inerte para dar paso a la mujer transformadora desde su cotidianidad para este caso la música.
SALUDOS, Y FELICIDADES POR ESTE ARTICULO QUE RESALTA UN TEMA IMPORTANTE NO SOLO EN LA MAC, SINO EN LA SOCIEDAD ENTERA.... CONSIDERO QUE EL PRIMER PASO QUE SE DEBE DAR PARA DEJAR EL TABÚ DE LA MUJER Y SU PARTICIPACION EN TODOS LOS CIRCULOS SOCIALES Y EN TODAS LAS ACTIVIDADES ES ELIMINAR LA COMPARACIÓN, NO DEBE EXISTIR COMPARACION ENTRE LO QUE ES CAPAZ DE HACER UNA MUJER Y LO QUE ES CAPAZ DE HACER UN HOMBRE Y LA CALIDAD DE ESO, SIMPLEMENTE SE DEBE PARTIR DEL HECHO DE LO QUE DEBE,PUEDE Y CALIFICA PARA HACER UNA PERSONA SIN DISTINCIÓN. PUES TODOS LOS HUMANOS TENEMOS CUALIDADES QUE SON FEMENINAS, PERO QUE NO SON NECESARIAMENTE DE LAS MUJERES; Y MASCULINAS QUE NO SON NECESARIAMENTE DE LOS HOMBRES....
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS, UN ABRAZO BAMBUQUERO.
Uchi!