jueves, 27 de agosto de 2009

¿MÚSICA QUE ALIENA?


¿Es la música una herramienta de alienación de la población? Con esa pregunta se podrían plantear otros cuestionamientos a partir de géneros musicales específicos como por ejemplo la famosísima música popular, con lo cual no estoy diciendo que este género musical sea el único que genere enajenación. Solo la voy a tomar como ejemplo para hacer más que un análisis, una disertación sobre un tema que para mi gusto tiene muchísimos elementos para construir un debate.
¿Y por qué poner como ejemplo la música popular? Porque es un fenómeno contemporáneo de expresión popular, pero con unas características particulares que permiten realizar interrogantes para dar una posible explicación, o interpretación por lo menos a dichas particularidades, como por ejemplo el hecho que solo se aborde un tema que es el despecho, personalmente me causa mucha curiosidad el porqué en la música popular solo se haga alusión a estos temas, ¿Acaso no hay más temas sobre los cuales escribir? ¿O será que es una forma de evadir la responsabilidad que tiene el arte de expresar los sentimientos de la realidad de un país? O simplemente ¿Por qué en Colombia las formas de arte que más llegan a la población no plantean el tema del conflicto? Con lo anterior no estoy diciendo que lo malo de la música popular es no hable del conflicto, cada género escribe sobre lo que desee, sino que me parece falta de creatividad solo escribir acerca de un tema.
El tema de la alienación aparece precisamente en esa falta de creatividad mencionada anteriormente, ya que para hablar de amor y desamor no se necesita ser muy analítico de la realidad, y lo que esto genera es que mucha gente solo vea el amor y el desamor, eso desde mi perspectiva, esto no permite que los simpatizantes de este género musical vean la realidad del país más allá de llorar por un amor perdido, expresado en la música que escuchan todo el tiempo. Lo cual aliena, porque hace que la población olvide todo lo que le está pasando más allá del amor, y en un país como Colombia donde al ciudadano del común lo afectan muchas de las decisiones políticas y económicas, me parece extraño que la gente que hace la música para esa misma gente no exprese esos problemas.
Recientemente escuché a un defensor de la música popular mencionar una canción acerca de los secuestrados, del popular Johnny Rivera, para mostrarme que la música popular si hablaba de otras cosas diferentes al despecho, entonces me pregunto: ¿Será que se está empezando a cambiar la monotemática popular? ¿O es que el tema del secuestro ya lo hemos popularizado tanto que se hacen canciones por corresponder a una moda? No sé, pero lo que haya sido, hay que analizarlo, ya que hay un cambio y en una propuesta musical tan falta de iniciativa hay que resaltarlo.
Para volver a retomar el tema de la alienación producida por la música, hay que mencionar que la música es una muy buena estrategia para engañar la gente y hacerla olvidar de su realidad, lo cual es grave en países como Colombia donde todo el tiempo están sucediendo cosas que merecen ser analizadas y reclamadas, y la música así debería de expresarlo pero fenómenos como la música popular niegan esa posibilidad.
Por todo esto, no estoy de acuerdo con la música que solo plantea lo predecible, lo que todo el mundo ve, y por lo tanto la música popular me parece falta de creatividad y por no mencionar que musicalmente es pésima, pero desde mi perspectiva lo más grave es que no vea más allá del amor y el desamor.

domingo, 23 de agosto de 2009

MÚSICA COLOMBIANA Y XENOFOBIA



En este artículo quiero mostrar algunas canciones andinas colombianas que pueden tener elementos de xenofobia, pero me gustaría definir Xenofobia:
La definición del diccionario sobre la palabra xenofobia, dice que es la aversión, el odio, la repugnancia y la hostilidad hacia lo extranjero.
Ahora bien, ya sabiendo que es la xenofobia, empecemos hablando de uno de los bambucos más conocidos si no es el más conocido, una composición de Rafael Godoy nacido en Barrancabermeja, es el popular “Soy Colombiano” en el cual llama la atención la siguiente frase: “no den trago extranjero que es caro y no sabe a bueno, yo quiero siempre lo de mi tierra primero…” frente a esto se podría analizar una invitación al rechazo a lo extranjero y específicamente al licor, pero hay algo que considero importarte analizar, es la palabra “primero” ya que allí se nota que no hay un rechazo total sino parcial y lo que se trata es defender lo que es hecho en el país, pero es bien conocido que una de las características de la xenofobia es la exaltación a todo lo nacional por encima de todo, lo cual resulta nocivo para la diversidad mental y cultural de un país.
Pero hay dos canciones que desde mi punto tienen muchos componentes xenofóbicos como son Muy Colombiano y Muy Antioqueño, ambas son escritas por el maestro Héctor Ochoa, el mismo compositor de otras canciones como: El camino de la vida, Tu lo Mejor de Todo y Pase lo que Pase, solo por mencionar las más conocidas. Pero hay que decir que Muy Colombiano es una canción supremamente parecida a Soy Colombiano, por no decir que casi una imitación. Cuando se revisan las letras se encuentra que son muy parecidas, y las partes que llama la atención donde puede verse los elementos xenofóbico es:

“…no me ponga música de esa en idiomas que yo no sé,
Si es tan bello lo de mi tierra,
Lo demás yo no se pa´ que”

“…no me ponga música de esa en idiomas que yo no se
si es tan bello lo de mi tierratanto enredo no se pa´ que”

En ambos párrafos se muestra la clara intención de rechazo a lo foráneo y creo que esa parte de “Lo demás yo no sé pa´ que” es supremamente xenofóbica que ni explicación necesita.

Pero sin lugar a dudas la canción que me genera más impresión es “Muy Antioqueño” del mismo compositor, como ya se dijo antes. Esta canción habla de las características de los antioqueños, aquellas que ya son un cliché, la canción es muy bonita para mi gusto, si no que termina de la siguiente manera “Por toda tu belleza y hermosura, ya no hay duda ninguna antioqueño es mi Dios” esto lo considero xenofóbico en la medida que convierte un concepto universal como la existencia de Dios, ya que para los creyentes "Dios es de todos", por lo tanto no pertenece a ningún lugar, y decir que es de un lugar es una exaltación regionalista tal, que niega el derecho de los creyentes que no son de dicha región de sentir a su Dios como propio, con esto lo vuelve extranjero y lo encierra en un lugar, en este caso Antioquía.

Con todo lo anterior no estoy diciendo que el maestro Héctor Ochoa sea xenofóbico ni mucho menos, sino que a veces la exaltación de los valores de la identidad regional puede rayar en desdén por lo foráneo. Lo que se trató de mostrar aquí fue como se pueden encontar elementos xenofóbiocos por medio de tres ejemplos, y como esto se ve expresado en la música andina colombiana.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Otro que dejan ir.


Con sorpresa y preocupación recibo la fatal noticia de la cancelación del festival de Jazz de Manizales para el presente año, la verdad me parece que eso que muchos se precian de decir a boca llena que Manizales es una cuidad cultural nos quedó grande y es pura pantalla como muchas de las cosas que se dicen de la ciudad.

La preocupación radica en ver como la administración municipal cada vez va acabando con las expresiones culturales de la ciudad que con tanto esfuerzo se construyeron, y en menos de un año ya han desaparecido dos de las más importantes, primero fue la orquesta sinfónica y hoy un festival que contaba con renombre nacional e internacional, como prueba de esto era la múltiple participación de grupos no solo colombianos sino extranjeros. Pero lo importante no solo es que vengan personas por fuera de la ciudad, sino la posibilidad de desarrollo cultural que genera un festival como este para Manizales, dado que forma un público además de ser fundamental para que los músicos de la región tengan la posibilidad de conocer las tendencias dentro del género, es decir, que mejora la calidad de los músicos y los prepara para poder competir en el mundo laboral a nivel internacional.
Pero mientras que en Manizales se siga pensando que la gente joven solo puede trabajar en call center y que la cultura no es fuente de ingresos, estaremos condenados a ver solo conciertos de Johnny Rivera, que como son masivos, si le producen muchos ingresos al municipio por cuenta de los impuestos y del consumo de licor.
La situación preocupa aun más al pensar en el futuro de otras actividades culturales de la ciudad como el festival de teatro, que cada año trabaja con las uñas para darle a la ciudad una excelente oportunidad de acceso a la cultura y de promoción del teatro que se hace en la ciudad.

Como van las cosas Manizales va a perder todas las posibilidades de generación de cultura y de dejar de ser una ciudad pequeña, ya que si no se promueven eventos ni actividades de carácter cultural se caerá en un estancamiento más fuerte que en que vive.
Es por todo lo anterior que este artículo pretende ser una queja expresa contra las autoridades, para que no haya que rogarles que apoyen la cultura, sino que se convierte en una forma de exigirles respeto por la ciudad y que vallan más allá de los call center. Ya que el público manizaleño merece respeto, porque los eventos si tienen asistencia, sino que no hay voluntad política para realizarlos. Y con estos antecedentes ¿Quién es capaz de realizar un festival de música andina en esta ciudad? Nadie, o por lo menos yo ya no me animo.

lunes, 10 de agosto de 2009

Corporación Cultural Tama


Hace menos de un año tuve la posibilidad de conocer una propuesta musical andina colombiana que no había visto antes, en otros grupos, una propuesta llena de alegría, juventud y obviamente con una calidad musical donde unas bellas canciones son interpretadas por jóvenes llenos de talento vocal e instrumental. Son un grupo de jóvenes que conciben la música andina colombiana desde una visión autóctona ya que utilizan instrumentos de percusión indígenas, además este grupo constantemente interpreta canciones en ritmo de caña, ritmo indígena colombiano por excelencia.
Del grupo que estoy hablando es de la Corporación Cultural Tama, del departamento del Tolima, departamento que siempre se ha resaltado por su folclor, no obstante tienen en mi criterio el himno más bonito de Colombia a nivel de departamentos, el bunde tolimense.
Tama, entre sus canciones interpretan las escritas y compuestas por Orlando Quintero, mejor conocido como Teto quintero director del grupo, canciones que tienen un componente contemporáneo en la letra pero musicalmente tiene algunos elementos autóctonos que llaman la atención como los que se mencionaron anteriormente. Canciones como Mi Propuesta o Fiesta de la vida, tienen un toque particular donde se ve un respeto por el folclor andino debido a que sus letras son muy agradables y se hacen más interesantes aun cuando se logra encontrar el sello particular de compositor y el valor agregado es la interpretación de todo el grupo dado que hay una riqueza vocal admirable.
Después de escuchar algunas obras de Teto Quintero debo confesar que llama bastante la atención haber encontrado un villancico en el repertorio, ya que pensé que estos ya no se escribían, esto me parece muy interesante, que hayan personas que aun compongan para la mejor época del año, ya sea para creyentes como para escépticos el mes de diciembre tiene un valor especial y los villancicos son canciones propias del ambiente familiar de diciembre porque ¿Quién pude decir que nunca canta un villancico en diciembre?.
Para finalizar quiero hacer mención sobre lo que más me gusta y más admiro de TAMA, es la vinculación de jóvenes al proyecto musical, con lo cual se está haciendo escuela para garantizar que la obra de TAMA no se pierda, además acercar gente joven a la música andina colombiana, por todo lo anterior me alegra que la música andina colombiana tenga un grupo como TAMA para invitar a más personas a conocer la música de esta zona del país que le falta tanta difusión.



¿INVITACIÓN PARA TODOS?


Desde hace unos días traigo una inquietud frente a la canción “La Invitación” de Jorge Celedón. Al escucharla varias veces y detenidamente noto que hace referencia a muchas de las fiestas y lugares que tiene Colombia, pero hay algo que me ha causado curiosidad y es el hecho que no se mencione el eje cafetero para nada, si bien se hace alusión al café pero no se habla de la región que lo produce, pero cuando nombra algunas de las fiestas omite todas las realizadas dentro de la zona cafetera del país, esto me genera algunas perspicacias que quizás sean solo una pataleta de alguien que ha escuchado detenidamente la canción en múltiples oportunidades y que le gusta pensar en cosas que no todos miran.
Algunas de las preguntas que me hago, son las siguientes: ¿Será que omitir el eje cafetero como región en la canción que habla de toda Colombia es solo un olvido del compositor? o ¿Hay algo más detrás del mencionado olvido?
La respuesta puede ser muy amplia, ya que surgen antecedentes como la canción de la marca Colombia es Pasión, en la cual se habla del país, y la cual se utiliza como estrategia publicitaría para lanzar una marca estatal promovida por ProExport. En otras palabras la canción fue escrita para invitar a la gente a consumir productos que tengan la marca Colombia es Pasión, de esta manera se recurre a la música como forma de jugar con el amor que muchas personas puedan sentir por el país para que consuman diferentes productos. Pero esta idea no es nueva, solo hay que recordar la canción escrita después del terremoto que afectó el departamento del Quindío en 1999, esta canción se llama “Sueños de Café” y buscaba que el país y del mundo viera a la tragedia ocurrida en esta zona del país para generar consumos de los productos de la región, es más desde esa época el eje cafetero empezó a tomar fuerza como destino turístico mundial. Esto por comentar solo los ejemplos colombianos, porque si se revisara las canciones escritas a causas sociales y económicas la lista sería interminable.

Cuando realizo la relación entre las canciones anteriormente mencionadas y “La Invitación” surgen algunas posibles respuestas del porque de tan curioso olvido, una de ellas es que la composición de Jorge Celedon puede ser una estrategia para reanimar el turismo en la costa atlántica que ha sido disminuido por el fortalecimiento del eje cafetero como destino turístico, o para impulsar el turismo en otras zonas que nos son tan visitadas, y la canción literalmente los invita a cada una de las fiestas, pero al eje cafetero no invitan a quienes la escuchan por alguna causa que quizás nos están escondiendo.Bueno, también hay que mencionar que aquí solo se están haciendo especulaciones, además debo decir que La invitación es una muy buena canción y de hecho me gusta, y por el hecho que me genere algunas perspicacias no significa que hay que descalificarla ya que se estaría cayendo en la xenofobia, en rechazar todo lo que no sea lo de la región, simplemente el hecho que se halla omitido sea por el motivo que sea al eje cafetero en una canción que habla de las fiestas del país me cuestiona. Además no tengo pruebas para decir porque no invitaron al eje cafetero.