sábado, 12 de diciembre de 2015

VOCES FOLCLÓRICAS

La semana anterior, estuve en el concierto de navidad de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, un concierto maravilloso, que logró una sinergia entre el público y la orquesta que realmente encantador. El concierto abrió con la interpretación de la Misa Criolla, donde volví a ver una cantante boyacense muy joven, pero de amplio reconocimiento en el medio de la música andina colombiana (MAC), es Laura Chaparro, quien con una interpretación magistral y emocionante me inspiró para escribir sobre las voces que interpretan músicas tradicionales.

Quienes hemos tenido la oportunidad de escuchar, ver y analizar las nuevas tendencias de la MAC, encontramos varias formas de interpretación vocal, pero para nadie es un secreto que hay voces que cautivan más que otras, por encima de conceptos técnicos, de voces muy académicas, que en ocasiones no parecen estar en un concierto sino en un examen de canto lírico. Pero, ¿Qué hace que el público reaccione emotivamente con unas voces y con otras tenga otros criterios? Para mí, la respuesta es que hay voces en que las músicas tradicionales les suenan tan naturales, que les brotan como cualidad innata, y si a eso se le suma un componente académico donde logran implementar técnica a ese don natural, entonces ahí es cuando esas voces logran sacar reacciones aireadas y emocionantes de quien las escucha, como personalmente me pasa con varios intérpretes.

Dentro del proceso previo para escribir esta entrada, desde hace unos días vengo recordando voces que me permitan darle forma a la idea que quiero expresar. Ahí recordé a un cantautor (también boyacense) que he denominado la voz del bolero dentro de la música andina colombiana, es Iván Horacio Borda, quien en el disco que hace unos meses lanzó “Filin Colombiano” logra poner en dialogo dos músicas latinoamericanas no solo desde lo musical sino en la forma de cantar. Porque suena igual de agradable un bambuco o un bolero por la forma de interpretar. Sobra decir que es un trabajo musical muy recomendado para escuchar muchas veces.

El problema de las voces extremadamente académicas, entiéndase líricas, es que muchas veces por las características propias del canto lírico, cuando cantan músicas tradicionales hay momentos en que las palabras no se entienden porque hay demasiada técnica en la proyección de la voz como tal, y como las obras no fueron necesariamente compuestas para este tipo de voces, queda cierto sin sabor porque hay algo que faltó en la interpretación como tal.

Por fortuna, en este momento hay una cantidad de artistas que sus voces si bien tienen un componente académico, siguen haciendo vibrar el público porque tienen la capacidad de no perder la esencia popular y emocional de las músicas tradicionales. Y por eso logran gran reconocimiento. Gracias a cada uno de ellos por mantener la emoción interpretativa de nuestras músicas, sosteniendo un alto de nivel vocal y con esto motivan a otros a hacer lo mismo.

jueves, 29 de octubre de 2015

CERCANÍA QUE GENERA AFECTO

Hace unos días pude asistir a un concierto en Bogotá de la reconocida cantautora Luz Marina Posada, donde una vez más, comprobé el impacto tan importante que tiene en los nuevos públicos de la Música Andina Colombiana (MAC).

Con mucha emoción, noté como el público cantaba las canciones de Luz Marina logrando una conexión realmente especial, cercana y llena de sensaciones, era un público joven, y muchos de ellos quizás nunca han asistido a un festival de MAC, lo que muestra que se puede salir de los festivales y no quedarse en el olvido. Es más, por fuera de esos espacios hay un público ávido de conocer más sobre los ritmos andinos colombianos. Y es ahí donde las redes sociales aparecen como una herramienta de difusión increíble, que le permite a miles de personas conocer propuestas musicales como las de Luz Marina.

Sin lugar a dudas ella es una de las más activas en dichas redes, es fácil ver como convoca a sus fans para un concierto en cualquier ciudad de Colombia, o cuando comparte un video de algún concierto rápidamente se empieza a difundir. Para mí, este es uno de los aspectos que generan la gran acogida de su propuesta musical entre el público joven, el compartir y difundir su trabajo permanentemente.
Las composiciones de Luz Marina no solo tienen un toque particular desde lo emocional, sino que el verla interpretar la guitarra tan magistralmente permite entender el aporte dos compositores muy reconocidos en la MAC como José Revelo Burbano y León Cardona -que fueron sus maestros- en su obra, lo que sin duda da un valor más académico a sus composiciones.

Es innegable que la propuesta estética de la maestra Luz Marina Posada gana más adeptos cada día, haciendo bambucos, pasillos, guabinas y cañas, como tantos otros compositores e intérpretes. Pero hay algo especial en ella que parece cautivar más al público por encima de otras personas del medio. Y para ser sincero es una pregunta que me vengo haciendo hace rato, incluso es la que dio pie para escribir esta entrada del blog. ¿Por qué Luz Marina Posada cautiva tanto público joven? Una de las respuestas iniciales es por su propuesta social, donde se podría hablar de una canción social andina colombiana que ella lidera. Pero recordemos que A Bordo de tu Voz es una guabina que hace alusión al amor, tiene gran acogida entre su público, incluso, me atrevo a decir que muchas personas conocen su obra por esta guabina. Luz Marina, tiene algo especial en sus canciones y en su forma de interpretarlas que generan una cercanía con quien descubre esa magia especial de sus obras. Y es precisamente en esa cercanía que genera con su público donde reside el aspecto diferencial de su propuesta musical, porque en los conciertos siempre se siente un ambiente fraternal, como cuando uno está viendo tocar a alguien que está muy cercano a sus afectos, aun amigo o un familiar. Lo más valioso está en que es ella misma quien hace sentir eso a su público lo que se refleja en como la miran sus fans y la forma de corear cada una de sus composiciones, además de cómo se le acercan al final de cada concierto, ella les dedica tiempo con un afecto evidente. Ahí está el secreto, en que logra acercase tanto a su público por medio de sus canciones, su talento y su actitud fraternal, que resulta normal el aumento de sus seguidores.  


Para concluir, deseo hacer pública una solicitud que le hice personalmente y que estoy seguro que quienes admiran y disfrutan de su obra –entre los cuales me incluyo- están de acuerdo conmigo. Queremos y necesitamos un nuevo disco de Luz Marina Posada, con nuevas composiciones, nuevas letras. Hemos disfrutado por varios años de Maíz Lunar, por eso queremos otro disco para continuar escuchando bambucos, pasillos, guabinas y cañas donde es inevitable sentir esa magia especial que tiene la obra de esta gran cantautora. 

martes, 25 de agosto de 2015

FILIGRANA

Desde el mes de junio salió a la venta un trabajo instrumental de música andina colombiana (MAC) que me llamó la atención no solo por la calidad de interpretaciones, sino por varios elementos subyacentes que deseo compartirles hoy. 

El trabajo discográfico es del trío de Ginebra Valle del Cauca,  Ida y Vuelta, quienes son fruto del proceso de la escuela de música que nació a partir de dinámicas circundantes al festival Mono Núñez, Canto por la Vida. Pero que hoy tiene independencia total de quienes organizan dicho festival. ¿Pero, por qué señalo su procedencia? Porque en mi criterio ese es uno de los argumentos más valiosos que tiene este trío típico colombiano (Tiple, Guitarra y Bandola), dado que son consecuencia de procesos de formación en la MAC, conociendo el repertorio, los compositores y la historia, de ahí que en este bello trabajo llamado Filigrana, se note eso. Porque es innegable e inocultable el conocimiento de causa que hay en las interpretaciones y el concepto del trío como tal. Para comprobarlo solo hay que cruzar algunas palabras con cualquiera de sus integrantes e inmediatamente se percata uno que saben por qué hacen música, por qué son maestros de la escuela Canto por la Vida y hacia dónde quieren ir. 

Esto último, lamentablemente no se ve tanto como debería dentro de este género, ya que para nadie es un secreto que hay muchísimos grupos que se organizan para los festivales y al acabar de “festivalear” se desintegran. Quedando vacío el aporte realizado y los premios recibidos. Pero en el caso de Ida y Vuelta es diferente, porque ya han participado en muchos de los festivales, recibiendo reconocimientos. El más recordado, fue cuando ganaron el “Mono Núñez” en el año 2011, porque la celebración involucró a todos los integrantes de la escuela y a muchos de quienes admiran su labor. Teniendo como valor agregado que la celebración fue más especial porque “ganaron los de casa”.

Al escuchar minuciosamente Filigrana, uno encuentra algo muy interesante, es un punto de encuentro entre los tríos instrumentales del siglo XX y las composiciones contemporáneas. Dado que  forma intencionada realizaron la producción no solo con obras colombianas sino con obras de la música clásica, encontrando así en el disco interpretaciones como el Opus 9 Nº 2 de Frédéric Chopin y Vibraciones de Jacob do Bandolim. Tal como lo hicieran el trío Morales Pino o el Trio Guadalajara. Tal como lo señala el maestro Gustavo Adolfo Rengifo en la bella e ilustrativa presentación que él le realizó al disco.

Para terminar, quiero decir que me gustó muchísimo el nombre del disco, ya que el término FILIGRANA indica, dedicación, múltiples detalles y belleza, elementos que claramente se encuentran en esta producción discográfica que es muy agradable de escuchar, por la variedad de interpretaciones, así mismo por saber su procedencia, donde se demuestra la importancia de los procesos de formación dentro de la música tradicional de la zona andina colombiana. La invitación queda para escuchar este bonito trabajo musical que está llena de elementos valiosos para nuestra MAC.

jueves, 2 de julio de 2015

DE LA MÚSICA A LAS MÚSICAS

El término y a su vez el concepto de Música Colombiana aunque es innegable la carga histórica que conlleva, ha sido replanteado y resignificado desde los años 90, a partir de una pregunta que aun hoy no resulta fácil de responder desde una perspectiva social y cultural. ¿Cuál es la música colombiana? O mejor ¿Qué es música colombiana? Pues bien, sobre este álgido debate deseo expresar mi perspectiva como sociólogo y como alguien que tiene una postura frente al tema, construida desde las músicas que escucha.

En los años 50, (denominada por muchos como la época de oro de la música de la región andina colombiana) se entendía que la música de la región andina del país era la MÚSICA COLOMBIANA (lo pongo en mayúsculas para resaltar lo grande del concepto para un país que tiene tantas músicas) desde una lógica centralista, dado que en esta zona se dirige el país en términos políticos, económicos y sociales, por lo tanto de la música autóctona de esta zona debía de ser la música nacional. Así mismo era la música que se exportaba, de ahí que compositores como Jose A Morales fueran conocidos en muchas partes del mundo. Así mismo, hay que recordar las giras internacionales de Pedro Morales Pino con la Lira Colombiana o Los hermanos Hernández, entre otros, desde principios del siglo XX. Lo que generó que en muchos países se conocieran más bambucos que currulaos por ejemplo. Aunque ritmos como la cumbia también hacían camino en escenarios internacionales, sin duda la que era reconocida como la música colombiana era de la región andina.

De ahí, que hasta hoy, son muchísimas personas que hacen referencia a la música andina colombiana hablan de Música Colombiana. En mi opinión (y en la de muchos otros) esto genera una que las músicas de otras regiones sean desconocidas o vistas de forma peyorativa. Pregunto: Acaso, ¿La música del pacífico no es música colombiana? ¿Esa cantidad de ritmos del caribe colombiano, no son música colombiana? Y ni hablar de toda la construcción cultural alrededor de la música que tenemos en los llanos. Por eso, creo que hablar de MÚSICA COLOMBIANA como un solo género es no solo peyorativo, sino negador de la inmensa riqueza cultural del país.


Por fortuna desde los años 90 se acuñó el término Música Andina Colombiana, para reconocer este género que agrupa a cerca de 21 ritmos oriundos de nuestra extensa región montañosa. Esto no significa que se quiera rotular para hacerla más pequeña, sino darle el reconocimiento necesario para un país que está lleno de músicas. Creo que finalmente en eso radica el concepto de lo colombiano, en la diversidad, pero que es entendida como agente unificador. Es decir, que la diversidad cultural es lo que nos hace colombianos, no los regionalismos o creer que un sector es más importante que otro.

lunes, 18 de mayo de 2015

EL MAESTRO GUSTAVO ADOLFO RENGIFO

Uno de los objetivos que ha tenido este blog, desde que empecé con este capricho de escribir sobre Música Andina Colombiana (MAC) sin ser músico y sin tener conocimientos técnicos sobre esta, es visualizar la obra de nuevos intérpretes y compositores, pero también exaltar a los compositores que han marcado un punto de referencia para los cambios más representativos de nuestras músicas. Por eso, hoy quiero plantear la importancia de un gran compositor que sencillamente es en mi criterio el padre de la nueva música andina colombiana. Estoy haciendo referencia al maestro Gustavo Adolfo Rengifo quien en los últimos 40 años (o más) ha realizado grandes aportes para lo que hoy se ha construido como MAC.

Primero que todo, hay que reconocer al maestro Gustavo Adolfo Rengifo Romero como un sabedor de la música de la región andina colombiana y también de las otras músicas colombianas. No solo porque las ha estudiado y conoce su historia sino, porque ha hecho parte de esa misma historia como protagonista. De ahí que haya tocado con Benigno “el Mono” Núñez, Diego Estrada entre tantos otros, y hoy en día siga componiendo e interpretando, con temáticas actuales. Es por eso, como lo he expresado en otros espacios, es que considero que el maestro Gustavo es el eje articulador entre lo tradicional y la MAC contemporánea. Porque estuvo cerca de Garzón y Collazos, del trío Morales Pino, Jose A Morales, Jorge Villamil y otros que hicieron la época de oro de nuestra música. Y hoy, con ese inmenso bagaje que le brinda sus vivencias, construye la realidad de la música tradicional de región andina.

Uno de tantos aspectos que me llama la atención de la obra del maestro, es la musicalización de poemas. Uno de los recordados es Entre las Llamas de Colombia, es un hermoso texto de Carlos Castro Saavedra que el maestro Gustavo al ponerle música le dio un valor enorme. Pero, sin duda, el más interpretado es Aventura, poema del maestro risaraldense Luis Carlos González, que he es un bambuco que hemos escuchado en múltiples versiones en festivales y concursos de MAC.

Pero sin temor a equivocarme el mayor aporte del maestro está en la diversidad de sus composiciones y en la variedad de las temáticas. Ya que obras como La Llamita o Vestida de Campo que hablan del amor, hasta Caballito de Ráquira o Planta Sagrada, donde se plantean problemáticas sociales y ambientales hacen parte del repertorio andino colombiano, interpretado por distintas propuestas tradicionales y contemporáneas. Ya que el maestro Gustavo Adolfo Rengifo Romero es y seguirá siendo un referente para la Música Andina Colombiana. Por lo cual ya está garantizada su recordación en la historia de las músicas colombianas.

Por todo lo anterior, por sus conocimientos que siempre ha puesto al servicio de la música, por la forma particular de interpretar el tiple, con pasión y virtuosismo al acompañar su voz, por todo lo que ha dicho, en un país que necesita más gente que diga cosas como las que él se ha atrevido a hacer.  Es que Gustavo Adolfo Rengifo es uno de los más grandes compositores de nuestras músicas, por su enorme aporte a la historia de estas.


*Foto: Diego Fernando Tabares          

domingo, 12 de abril de 2015

SOBRE LOS DUETOS MASCULINOS

Hay un tema que desde hace un muy buen tiempo quería abordar en este espacio, pero por ser de alguna manera polémico, incluso espinoso, me había resistido un poco en publicar algo sobre eso, pero hoy, deseo publicar mi lectura de un formato de nuestra música andina colombiana que en mi criterio debe repensarse, releerse, pero sobre todo, refrescarse. Estoy hablando de los duetos masculinos.

Digo que es un tema polémico porque el formato del dueto masculino, le ha traído grandes reconocimientos a la música andina colombiana, no en vano la denominada “Época de Oro” de los años 50 fue protagonizada por grandes duetos masculinos como Garzón y Collazos, Los Hermanos Martínez y otros tantos que labraron la historia de nuestra música tradicional, así mismo tampoco se puede desconocer que duetos como Pelón y Marín llevaron nuestra música a México, es por eso que el primer bambuco se grabó en ese país en el año de 1908. (https://www.youtube.com/watch?v=N47ic3wwsFI&list=PLBdzXBcUlXURzQoVzkH3PAsvCXWRmFMyG). 

De ahí que referirse a ellos es complejo y exige conocimiento de la historia y mucho respeto por todo lo construido por este formato que tanto le aportó a la música tradicional de la región andina colombiana, y que por dinámicas políticas centralistas llegó a ser denominada como la Música Colombiana, negando las otras expresiones musicales del país como parte de la música colombiana también.    

Pero, para nadie es un secreto, que los duetos masculinos han cambiado muy poco desde la época que se mencionó en el párrafo anterior. Es por eso que aun vemos duetos acartonados, con atuendos elegantes, con repertorios muy parecidos y con unas formas de interpretación casi idénticas. Lo que preocupa es que son muy pocos los duetos masculinos actuales que son distintos, frescos, con otro tipo de arreglos. Me atrevo a afirmar que los duetos que intentan plantear algo nuevo se pueden contar en la palma de la mano. Pero el problema no solo pasa por los intérpretes, es un problema del género, porque hay jurados de festivales, que premian las propuestas tradicionales, que no innovan y siguen repitiendo un esquema que en mi opinión está caduco. Puede ser por eso que en oportunidades eso pocos duetos que se esfuerzan por hacer algo distinto y por cambiar, ni siquiera pasan a las finales de festivales de música andina colombiana que se suponen que es para incentivar la creación.

Algunas personas se preguntarán porqué solo hago referencia a los duetos masculinos y no a los femeninos. Lo que pasa es que este formato si se ha reinventado, de ahí que hayan propuestas realizadas por mujeres que son frescas, alegres, innovadoras y variadas dentro de un mismo formato. Incluso, en mayor cantidad y calidad que los duetos masculinos.

Cada que asisto a un festival, me pregunto ¿Por qué  casi no hay duetos masculinos que no estén encorbatados o que no tengan unos atuendos tradicionales? (esos de poncho y sombrero). Personalmente me aburre ver propuestas que no sorprenden, no tienen nada nuevo que decir en sus contenidos, desde lo estético, desde lo simbólico y desde los propios repertorios.


Por todo lo anterior, es que invito a los duetos a innovar, a arriesgarse, a liberarse un poco de ese enorme peso que cargan al hacer parte de un formato que tanto reconocimiento le ha dado a nuestra música.  Hay que soñar con otras formas de duetos, distinta, alegre, actualizada. 

domingo, 29 de marzo de 2015

TODAS LAS FLORES

Como parte del ejercicio de retomar el escribir en este espacio, hoy deseo hacer una breve reseña sobre un trabajo musical lanzado a finales del año pasado que contiene una serie de elementos innovadores y valiosos, que despertaron mi interés, por hacer parte de un proceso de visibilización de los nuevos lenguajes de nuestras músicas, que generó en mi un interés particular, porque tener una serie de aspectos muy interesantes que me llevaron a encontrar en dicho trabajo algo que vale la pena recomendar y compartir con mis lectores. Por eso es que hoy deseo compartir mis impresiones sobre TODAS LAS FLORES de la intérprete María Cristina Plata Morantes.  

Para contextualizar un poco sobre esta gran intérprete hay que mencionar que María Cristina Plata Morantes es músico de la Universidad Autónoma de Bucaramanga. Ha incursionado en la música andina colombiana (MAC) con un dueto femenino, que ha ganado casi todos los concursos y festivales, tales como Mono Núñez, Antioquia le Canta a Colombia, Festival de duetos Hermanos Moncada, entre otros tantos donde Trapiche Molé ha recibido el gran premio, y María Cristina es la segunda voz y guitarra. Siendo reconocida por muchos como fenomenal intérprete de la guitarra lo que ha hecho que este dueto uno de los más importantes e innovadores en los últimos años.

Desde el año anterior esta grandiosa intérprete se lazó como solista,( sin acabar el dueto) con una propuesta diferente, Todas las Flores es un trabajo donde las músicas latinoamericanas son interpretadas con varias influencias contemporáneas, ya que claramente se escucha y se percibe algo distinto, que le apunta a unos nuevos lenguajes, llenos de frescura y con un concepto que busca ir más allá del público que usualmente escucha la MAC, y esto compone un elemento fundamental e importante para lo que necesita nuestra música. También hay que decir que este no es un ejercicio aislado de María Cristina Plata, dado que dentro de la música andina colombiana se viene presentando un cambio (como muchos otros que se han presentado a largo de historia) frente en las formas de proyección, ya que ahora la música no solo circula en festivales o en emisoras de interés cultural, es así como las redes sociales y las páginas de videos se han vuelto unas aliadas para la difusión de este tipo de propuestas frescas y estéticamente distintas a lo usualmente visto.

Precisamente, Todas las Flores tiene ya dos videos circulando en las redes sociales (Y pienso en Ti y ¿Cuándo vas a Irte?) que fueron grabados y producidos bajo todo un concepto estético que supera lo que por años hemos visto, que son las simples interpretaciones de los festivales con ruido de fondo o producciones de canales regionales sin mucha calidad. Pero lo que está mostrando María Cristina es algo nuevo y alegra muchísimo, dado que es una invitación para el resto de invertir en la producción de videos, donde se cuenten historias, donde la belleza de nuestra música pueda estar acompañada de una imagen bonita que motive a observar muchas veces cada video para descubrir lo que desean plantear en el más allá de lo musical.

Para terminar, deseo recomendar este trabajo realizado con la responsabilidad de decir otras cosas, por medio de sonidos e imágenes, llenos de un sabor nuevo, renovado. Así mismo, es la posibilidad de escuchar a más gente que le sigue apostando a nuestras músicas, pero contando de otra forma las historias, haciendo el esfuerzo por proyectar lo que se hace con base a otras influencias sociales y culturales.

martes, 17 de marzo de 2015

RETOMAR EL DIALOGO

Después de más de año y medio de no escribir en este espacio, que fue el inicio para lo que he logrado realizar en la difusión de la música andina colombiana (MAC), decidí retomar este apasionante vicio de escribir y más (en mi caso) sobre temas relacionados con la MAC y la cultura. Y aquí estoy, con la firme intención de volver a abordar temas desde mi perspectiva, que siempre parte basado simplemente en lo que escucho, y como siempre lo he dicho, soy solo un oyente de la música tradicional de la región andina colombiana que expresa sus impresiones con respeto de todo quien difiera o esté de acuerdo de lo expuesto en este TIPLE COLGADO.

La pregunta sobre el por qué escribir sobre música andina colombiana, es algo que desde Julio de 2009 cuando empecé con el blog, y hasta hoy sigue encontrando respuestas. Una de ellas y quizás la más importante, es por el placer de compartir las nuevas tendencias de nuestra MAC, porque es mucho lo que se produce y lo que se publica, y es reducido el público al que llega, si se le compara con otras propuestas musicales de menor calidad, incluso dentro de las mismas músicas colombianas.

Por esta honesta terquedad, de querer visibilizar propuestas agradables al oído, realizadas por cientos de personas que siguen componiendo e interpretando una construcción cultural llena de visos y realidades. Así mismo, por desear el dialogo con miles de personas de escuchan y vibran con esto, que las redes sociales virtuales han multiplicado me hicieron retomar la escritura aquí, para ir más allá de la actividad dominical del espacio de Facebook (https://www.facebook.com/pages/Tiple-Colgado/222504874442472) donde comparto videos de esas nuevas tendencias bajo alguna temática específica.

Gracias a esas ganas de seguir visibilizando este apasionate mundo de la MAC es que deseo invitarlos a volver al diálogo y al compartir la realidad de una expresión cultural que no está muerta, que no hay que rescatarla, solo hay que mostrar todo lo que se realiza. Solo puedo terminar diciendo, bienvenidos a conversar con un tiple colgado porque la música de la región andina colombiana no solo se canta, sino que también se escribe y se dialoga.