miércoles, 29 de septiembre de 2010

GRUPO JUGLARES, ENCUENTRO DE MÚSICAS LATINOAMERICANAS


Este año tuve la oportunidad de ver un grupo del cual que había escuchado muy buenos comentarios, pero nunca los había visto, y cuando pude hacerlo quedé admirado por su derroche de virtuosismo. Estoy hablando del Grupo Juglares ganadores en la edición 2010 del premio Modalidad Instrumental en Festival de música andina colombiana Mono Núñez.

Hace poco gracias al contacto que hizo una amiga de la música andina colombiana, me pude contactar con uno de los integrantes del grupo el cual tuvo la amabilidad de compartirme algunas de sus canciones, las que solo había podido escuchar en un concierto dialogado pero no había tenido la oportunidad de hacer el ejercicio de escuchar detenidamente para volver a sentir la misma admiración que viví en el concierto pero esta vez de una forma un poco más reflexiva que me permitiera analizar un poco más la propuesta musical de Juglares.

Son muchos los aspectos que me llaman la atención de ese gran grupo, el primero: es el virtuosismo de los integrantes evidenciado en la ejecución de muchos instrumentos dentro de una misma canción, lo cual obliga a que casi todos los integrantes cambien de instrumento musical dos o tres veces en cada canción, lo cual es muy atractivo visualmente y obviamente que se escucha muy bien. Así mismo encontré en Juglares una fusión de dos formas musicales que muchas veces son confundidas una es la música andina colombiana (MAC) y la otra es la música andina latinoamericana (ritmos como La Cueca, San Juanito, Saya y Pasillo Ecuatoriano) y lo que hace Juglares es con instrumentos de origen latinoamericano como las quenas, zampoñas, el charango entre otros interpretar bambucos, pasillos, valses colombianos logrando una fusión bastante interesante, es más ellos lograron una ovación impresionante por el público del festival Mono Núñez al interpretar un clásico de la zona andina colombiana como “Las Acacias” en una versión instrumental realmente brillante dándole una nueva interpretación a un clásico que algunos podrían darlo por olvidado, pero que una versión como esta la hace permanecer en la memoria de muchos. 

También hay que decir que la propuesta no solo contempla instrumentos tradicionales latinoamericanos como los mencionados anteriormente, sino que integran la batería, el bajo eléctrico y la guitarra acústica logrando un ensamble instrumental que llama la atención a quien lo escucha por la versatilidad como son utilizados para el avance de la música andina colombiana y latinoamericana.

No puedo terminar sin hacer alusión al discurso ecologista que tiene Juglares en sus presentaciones, ya que tienen canciones dedicadas al planeta como “Pachamama, No Llores más”  lo cual es una muestra importante del papel de difusión social que deben tener no solo MAC sino las músicas del mundo.

Sin lugar a dudas encontrarse con grupos como Juglares dentro de la MAC es tener la posibilidad de leer nuevas construcciones culturales integradoras latinoamericanas, donde se resalta la calidad de nuestras músicas y nuestros músicos. 

lunes, 20 de septiembre de 2010

EL DERECHO AL SILENCIO


Sin lugar a dudas una de las características de la sociedad actual son los pocos espacios que se brindan al individuo para disfrutar de la soledad y del silencio, lo cual se puede percibir en cualquier espacio, siempre hay como acceder la voz de otros ya sea en la radio o en los reproductores de música, porque lo importante es no estar solos. Hoy quiero abordar este tema ya que a partir de un muy buen artículo que leí hace unos días  (http://www.elespectador.com/columna-222342-musica-ambiental-de-nuestras-vidas) me llevó a hacer un análisis de algunas actitudes vistas en diferentes espacios que me confirmaron esas sospechas sobre el miedo al silencio que la necesidad de consumir nos implantó.

Tengo el placer de ser cercano al parque nacional natural los nevados, y subir a trabajar de vez en cuando al Nevado del Ruiz (o mejor Cumanday, nombre puesto por los indígenas) y hay algo que me gusta mucho de mi trabajo, es precisamente el silencio que da la cercanía a la montaña y es ahí donde reside el disfrutar del paisaje, toda vez que los sentidos permiten valorar más no solo lo que se ve sino lo que se escucha, huele y palpa dentro de un parque nacional natural. Pero parece que hay quienes no valoran esto, lo digo porque aun recuerdo hace unos tres meses en un sitio curiosamente llamado el “Valle de las Tumbas” o “Valle Del Silencio” cuando venía descendiendo había un vehículo con música a todo volumen además de ser una música en mi criterio poco adecuada para un sitio como ese, porque irrumpía el paisaje con toda la estridencia que compartía para hacer alarde del equipo de sonido de su vehículo, pero lo que realmente estaba haciendo alarde de su ignorancia al desconocer en qué sitio estaba. Recuerdo claramente que escuchaba “Los Cantores de Chipuco” que si bien alguien podría disfrutarlo en medio de una fiesta, no creo que en un parque natural fuera el sitio adecuado para escucharlo a todo volumen, acabando con la tranquilidad que muchos disfrutábamos.

Pero ese es solo un ejemplo de miles que se podrían plantear para mostrar cómo hay quienes no disfrutan de estar solos.

Si bien soy un enamorado de la música reconozco claramente la necesidad y casi que el derecho que cada individuo tiene de vivir momentos de silencio, pero muchas personas se niegan hacer uso de este privilegio para sus oídos, pero lo que personalmente me preocupa es que estas personas obligan a otros a evadir el silencio, el ejemplo es sencillo para entenderlo mejor, recuerdo hace un par de meses una persona en del Parque del Café (Montenegro –Quindío) portaba una grabadora pequeña con mucho volumen y escuchaba reggaetón contaminando el ambiente y no simplemente porque este género musical sea bueno o sea malo, sino porque es otro lugar para disfrutar de un poco de silencio, pero esta persona violenta los oídos de quienes pretenden cambiar el ruido de su cotidianidad por un espacio diferente.

Para terminar, hay que decir que por más que a una persona le guste la música ya sea muy elaborada o simple y sin mensaje alguno, nadie puede obligar a otros a escuchar sus preferencias musicales, y más cuando se está en un sitio donde normalmente las personas van a buscar divertirse de una forma diferente, buscan un sitio no se necesite música y mucho menos a niveles altos que contaminen el ambiente.   

jueves, 9 de septiembre de 2010

SE BUSCAN NUEVOS PÚBLICOS


La semana anterior, conversé con alguien sobre la necesidad de formar nuevos públicos para aquellas propuestas musicales que poco suenan en la radio y que reciben poca difusión por considerarse de un público reducido, como es el caso de la música de Cámara, grupos de Jazz y obviamente grupos que interpretan música andina colombiana estos últimos casi que solo se escuchan en los festivales y concursos del género, y en la mayoría de las ocasiones se quedan en el olvido propuestas musicales tan variadas y tan ricas que por no tener difusión terminan quedándose en pequeños grupos de personas poseedoras de colecciones y de piezas musicales que muchísima gente valoraría si solo pudiera tener acceso a ellas. Pues bien, lo que intentaré plantear hoy es buscar y proponer algunas alternativas para la difusión y por qué no buscar un poco de popularización de dichas propuestas.

Considero importante ayudar a formar nuevos públicos, jóvenes preferiblemente,  para garantizar que la música no solo perdure sino que esos nuevos públicos también puedan aportar en la actualización de las propuestas y de alguna manera hagan música, porque si resulta fundamental abrir nuevos espacios, donde la inclusión se haga evidente para quitarle un poco de fuerza a algunos planteamientos con fines eruditos que cierran grandes propuestas musicales a unos pocos negando la posibilidad no solo a quien escucha sino a quien hace la música de dialogar con otro tipo de público que le permite implementar nuevos lenguajes un poco menos acartonados para que lleguen a más personas.  

Por ejemplo para el caso específico de la Música Andina Colombiana (MAC) es muy importante no solo seguir fortaleciendo los espacios de los festivales y concursos como punto de encuentro de las nuevas propuestas y los nuevos compositores, sino que así mismo se hace necesario sacar todas esas propuestas de los festivales como espacio único de encuentro para buscar esos nuevos públicos, llegar a aquellos que no saben ni siquiera de la existencia de los festivales y menos de la existencia de las nuevas propuestas, pero que estoy más que seguro que al escuchar las propuestas contemporáneas de la  MAC se van a acercar y ¿esto cómo se logra? Con dejar creer que la música nuestra es música es de élites o de unos pocos, creer y saber que al ser una parte música nacional con tanta trayectoria y con tanto contenido que interesa a muchísimas personas sin importar que sepan o no de MAC, pero tiene el derecho de saber qué es lo nuevo, para cambiar el concepto que muchos tiene de “música de viejitos” que ha perjudicado directamente a los músicos  y a quienes nos gusta difundir las nuevas propuestas porque cada que se va a hablar de MAC hay que explicar la realidad e incluso hay que explicar la diferencia entre música colombiana y música andina colombiana.

También tengo otra propuesta para buscar nuevos públicos aunque quizás muchos músicos y compositores y compositoras no estén de acuerdo conmigo y para otros y otras será una obviedad,  pero considero que es una buena forma de que más personas escuchen más personas. La propuesta es sencilla, es regalar música, obviamente no regalar todo el trabajo discográfico, pero algunas canciones si, regalárselas a gente joven que pueda escucharla en su reproductor de música o en lugar que desee, lo cual es una forma de presentar lo nuevo, con lo cual estoy más que seguro que generará un nuevo público que valorará de igual forma y hasta más como lo disfrutan las minorías.

Para terminar, esta entrada no es más que un llamado más -de los muchos que se han hecho aquí- para abrir los círculos de quienes escuchan las propuestas musicales contemporáneas en diferentes géneros que son poco escuchados.

sábado, 4 de septiembre de 2010

POR ESTO FUE....


En los últimos meses en los que he tenido la oportunidad de compartir en diferentes espacios académicos formales e informales mi pasión por la música andina colombiana (MAC), y hay una pregunta que es ya una constante pero que en ningún momento me molesta, es más, me parece normal porque a quienes no conocen de la MAC les parece extraño que a alguien relativamente joven le guste este género musical y por eso muchísimas veces me han preguntado ¿Por qué escuchas esa música?  Por eso, hoy quiero contar de forma resumida estos 12 años de escuchar MAC desde cuando encontré el primer CD en mi casa hasta hoy donde la música de región andina colombiana me rodea muchos campos de mi vida.

Pues bien empecemos, todo empezó más o menos cuando estaba en el colegio, cuando encontré un cd de música andina colombiana y lo empecé a escuchar mucho, bueno adicional a eso y casi paralelo tenía un interés por la historia de esta región del país que sin lugar a dudas está muy anclada a la música, además que por ese interés fue que desde muy niño me ha gustó trovar y hoy en día cuando tengo la oportunidad en ciertos espacios lo hago para divertirme un rato.

Posteriormente cuando mi interés se incrementó después de escuchar cientos de veces ese primer CD empecé a buscar esta música en casa de amigos y familiares, cada que veía un CD o cassette donde hubiera bambucos, pasillos, etc. Lo pedía prestado, obviamente mientras que escuchaba los aires de la región andina escuchaba otras músicas por ejemplo la ranchera mexicanas, la trova cubana, rock en español y otros géneros musicales más pero con la MAC empecé a conocer un poco más.

Si bien hubo una época que fui amante de la propuesta musical de Silvio Rodríguez y de la canción protesta en general en lo que llamo con cariño un hipismo primitivo, porque no fue muy radical, pero la MAC siempre estuvo ahí en ocasiones por ejemplo en fincas o cuando estaba escuchando música solo algunos bambucos y pasillos se atravesaron en medio de tanta trova cubana y cuando estaba en espacios con personas que no gustaban de ninguno de los dos géneros llegué a escuchar en muchísimas ocasiones los inicios de la música popular, y no tengo problema en admitir que me gustaba, pero afortunadamente entrar en el extenso mundo de la música andina colombiana me enseñó a escuchar mejor y a darme cuenta de la pésima calidad de lo que hoy es mal llamado como “Música Popular”.

Pero fue en los últimos 4 años después de ir por primera vez a un festival Mono Núñez en un viaje que parecía una aventura detrás de un sueño, toda vez que en ese momento no sabía ni donde quedaba Ginebra –Valle (municipio colombiano donde se hace dicho festival) y tampoco tenía una casa u hotel donde llegar, pero una vez estando allá y ver los grupos de cerca y comprender la variedad de posibilidades instrumentales y vocales que tiene la MAC que me apasioné después seguí asistiendo y empecé a asistir a otros festivales y concursos que ratificaron el gran valor que tenía la música andina colombiana en mi construcción personal y profesional.

Cuando hago el análisis de mi situación actual frente a la MAC, descubro que ahora estoy convencido del valor contemporáneo de nuestra música andina toda vez que logré encontrar lo urbano en una música que muchos la daban por perdida en los hechos rurales de antaño. Además de encontrar ese elemento que me hace convencido de lo contemporáneo también opté por difundir precisamente ese valor urbano de lectura de la realidad de la zona andina colombiana. Esa difusión no solo está sustentada en el ejercicio de este blog, sino en tertulias con gente joven, algunas charlas sobre los cambios musicales del mencionado género musical y por supuesto en la investigación que hago desde la sociología para explicar los cambios sociales de la zona andina colombiana a partir de los cambios del bambuco en los últimos 20 años.

Es por todo lo anterior y por muchísimas anécdotas y argumentos más, es que terminé enamorado de la música andina colombiana, y por lo que parece esta pasión va para largo.

domingo, 29 de agosto de 2010

PAISAJE CULTURAL CAFETERO


A la par de mis estudios de sociología tengo el placer de trabajar con turismo en el departamento de Caldas, (Colombia) y desde hace poco vengo escuchando acerca del Paisaje Cultural Cafetero que es una propuesta pasada por Colombia a la UNESCO para que ese paisaje (ubicado en algunos sectores de los departamentos de: Caldas Risarlada, Quindío y Norte del Valle) sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, lo cual atraerá un nuevo turismo (Turismo Cultural) para esta zona del país y obviamente para todo el eje cafetero, pero en varias charlas que he podido estar al respecto y escuchar muchos de los planes que se hacen para estar preparados, pero hay algo que me preocupa un poco y es precisamente de ellos sobre lo que quiero conversar hoy.

Como se mencionó en el párrafo anterior, en los planes del Paisaje Cultural Cafetero se está hablando de la importancia de tener buenos y variados hospedajes, así mismo se planteó el papel de las agencias de turismo como las encargadas de mostrar ese paisaje, de mostrar no solo nuestras construcciones físicas sino justamente las culturales y mencionaban con muchísimo ahínco la comida autóctona y por supuesto el café. Pero yo notaba que pasaban por encima de una de las particularidades más valiosas del Paisaje Cultural Cafetero y que en tantas conversaciones y charlas nadie mencionó, lo que personalmente me causo algo de extrañeza al principio pero que después entendí, estoy hablando (como algunos lo suponen) de la música andina colombiana, me impresionaba que al hacer la lista de todos nuestras expresiones culturales para poderle mostrar al mundo la MAC no estuviese ahí porque tiene unas particularidades musicales y de origen que son fruto de ese paisaje cultural cafetero.

Recuerdo que estaba en el municipio de Sevilla – Valle, el cual es muy cafetero en una charla sobre el tema, y llegaron al final de la conferencia un gran grupo de MAC que convoca a muchísimas personas por su estilo particular y por su energía desbordante en el escenario,  estoy hablando del gran Grupo Bandola, tristemente desconocido para muchos de los asistentes a la charla, pero cuando interpretaron sus canciones quedaron gratamente sorprendidos no solo por la calidad musical del grupo sino por las canciones que narraban ese paisaje cultural cafetero del que tanto se había hablado durante todo el día y que una canción como “El Coroteo” donde sencillamente de una forma sencilla y jocosa se explica la importancia cultural del “Jeep Willys” en la zona cafetera.

Es por todo lo anterior que creo el problema que hay detrás de que no haya pensado en la música andina colombiana para el Paisaje Cultural Cafetero reside en un tema que se ha abordado aquí en muchísimas oportunidades, es el de la difusión, donde muchas de las grandes propuestas musicales están no en el olvido porque ni siquiera se conocen en un público amplio, lo cual ha ayudado a que la academización y el avance musical  se vaya cerrando a los concursos y festivales a los cuales van un grupo reducido de personas, y es por eso que muchos duetos, solistas y grupos después de pasar por todos los festivales tengan que disolverse o abandonar la música andina colombiana por la falta de oportunidades laborales y de ingreso de dinero con la MAC y esto es realmente triste no solo para los músicos que desean seguir haciendo esta música pero como no es económicamente rentable tienen que abandonarla, así mismo es triste para los amantes del género musical, porque ven como los grandes grupos desaparecen.

Por eso el llamado que quisiera hacer desde aquí a todos los grupos que crean que pueden aportar para lograr que Paisaje Cultural Cafetero esté musicalmente bien representado, esperando que pueda ser una oportunidad que muchos de los grupos se mantengan dentro de una propuesta de turismo inteligente y no destructivo, que necesita que todo lo que se muestra en los festivales se evidencie no solo para los turistas sino para esa gran cantidad de colombianos que desconocen la realidad de la MAC.  

lunes, 23 de agosto de 2010

¿QUÉ ES LA IDENTIDAD NACIONAL?


Hoy quiero conversar acerca de un tema que se podría decir que está directamente anclado con a la publicación anterior, toda vez que quiero ampliar los cuestionamientos que quedaron al final de “La Estética Visual En La Música” los cuales no tienen que ver directamente con  lo musical, pero si están presentes en la música como expresión de las relaciones sociales, por eso la publicación de hoy será diferente, trataré de esbozar mi perspectiva para la respuesta de la pregunta ¿Qué es identidad nacional en Colombia?

Primero que todo hay que decir que la respuesta (aunque suene obvia para algunos) es que no, porque el concepto de Identidad Nacional tiene muchísimos elementos sujetos a él como lo cultural, lo político, lo económico y lo social, solo por mencionar los más grandes, pero así mismo en cada uno hay uno de dichos conceptos hay una cantidad de categorías que precisamente darían cuenta de lo que es identidad nacional pero que en Colombia no es posible hallarlos porque cada uno de esos elementos está separado de los otros lo que se ve expresado en que no ha sido pensado ni siquiera en ¿Qué es lo colombiano?.

Por ejemplo, si se analiza lo político en Colombia, que sería el primer factor definidor en el país las visiones políticas son tan regionalistas que no han permitido pensarnos como unidad con una identidad, por ejemplo solo basta revisar un poco la historia y con anécdotas muestran que la gran mayoría de nuestros gobernantes han pensado en sus intereses particulares y regionales antes que en los intereses de la nación, como fue el caso de un ex presidente que  la primera vía que se construyó de Bogotá a Villavicencio curiosamente cruzó por toda su finca, lo cual generó que el tiempo entre una ciudad y otra, fuera de 5 horas aproximadamente esto éticamente no es más que una prueba fehaciente de lo que aquí se esboza.

Pero eso es solo un gran ejemplo, además si se mira el origen de cada mandatario y el desarrollo de cada zona de donde es oriundo cada presidente, se ve claramente el favorecimiento regional, lo cual es la base para cuestionar por el olvido de las zonas alejadas del país, ¿Será que han sido relegadas porque no han contado con la asistencia de un gobernante de la misma región?   

Lo anterior fue una mínima muestra del problema político detrás de la falta de la construcción una Identidad Nacional pero si abordamos lo cultural, aparece una pregunta de connotaciones políticas inferiores pero no menos complejas, esta pregunta es ¿Qué es lo Colombiano? La respuesta a esta gran pregunta podría definirse desde lo diverso, respetando cada una de las culturas que hacen parte del ser colombiano en este punto existen otra cantidad de obstáculos que no permiten responder claramente a dicho cuestionamiento, toda vez que si se piensa  como cuidad y como región entonces para cada sector del país que lo realmente colombiano es lo autóctono de ellos, y muchas veces niegan las construcciones de otros, la forma más fácil de reconocerlo es ver los conflictos entre departamentos y ciudades y esto atenta directamente sobre la intención de concebir un país diverso donde el reconocimiento del otro es la base para dar el primer paso para la construcción de lo colombiano y agregándole otros aspectos la construcción de una identidad nacional.

Para finalizar quiero dejar claro que este es un tema absolutamente extenso y lo aquí planteado es un ejercicio de expresión subjetiva, que trata de distanciarse de algún compromiso político, espero pues que se pueda generar aquí un debate al respecto para poder encontrar nuevos matices en esta larga y compleja discusión en pro de la identidad nacional para que algún día se pueda comprender que lo colombiano reside en la diversidad de nuestras construcciones culturales y el respeto por cada una de ellas reconociendo el inmenso valor de cada región pero desde la unidad. 

sábado, 21 de agosto de 2010

LA ESTÉTICA VISUAL EN LA MÚSICA

Desde hace unos días después de observar toda la propuesta estética que tienen unos buenos amigos que tienen una banda de rock  llamada Stevia, (http://www.myspace.com/steviaheavyrock) retomé unas inquietudes que desde hace algún tiempo se me han generado a partir precisamente de ver la propuesta visual de muchos grupos musicales de distintos géneros, y sobre esto precisamente es sobre lo que quiero conversar hoy.

Antes de hablar de lo musical específicamente, quisiera plantear un poco el tema desde la identidad como elemento fundamental para la construcción estética toda vez que de allí parte lo que se expresa en lo estético donde muchos individuos buscan diferenciarse de otros desde un sustento estético, donde antes de preguntar por una ideología buscan un reconocimiento estético, es más lo estético refleja su postura ideológica con base a su propuesta estética, lo cual hace que lo que cada individuo transmite visualmente esté directamente relacionado con toda una creación de identidad, lo cual se hace mucho más visible en las llamadas culturas juveniles o tribus urbanas.

Volviendo al tema de la música, resulta muy interesante ver cómo a través de los años lo estético tiene connotaciones de identidades culturales, solo basta ver los grandes duetos de MAC de los años 50 (Los Tolimenses, Silva y Villalba, entre otros) todos lucían atuendos campesinos para mostrar la identidad rural de la MAC en ese momento, aunque eso aún perdura en muchos grupos que son de línea más tradicional y en los concursos de los niños donde los “disfrazan” para mostrar lo que no son, y creo que esa es una de los motivos por los cuales pocas personas jóvenes poco se acercan a la MAC, porque gracias a ese tipo de representaciones de identidad truncadas muchos creen que esta música solo narra historias rurales.

Pero es precisamente la línea contemporánea de la MAC la que desde lo estético hacen una apuesta por lo urbano, elaborando los nuevos lenguajes, como es el caso de duetos como Lluvia y Rocío o Trapiche Molé o grupos como Oí, Secreto a Voces o Septófono, y otros muchos grupos, duetos y solistas que con una propuesta visual un poco llamativa irradian la identidad urbana, pero aún quedan muchos intérpretes que hacen uso del poncho y el sombrero su “identidad cultural”.

Sin lugar a dudas, el Rock es el gran exponente de la propuesta visual llamativa para construir una identidad rockera como tal lo cual es fácilmente evidenciable en cualquier concierto o trabajo discográfico de un determinado grupos.

Para terminar, quiero decir que este es un tema sumamente amplio y lleno de matices de análisis, es algo tan complejo y tan largo como tratar de definir ¿Cuál es la identidad nacional colombiana? o ¿Qué es lo colombiano? Y más si tratamos de mirar la música andina colombiana con la cantidad de propuestas estéticas que se ven en un festival o en un concurso que dan cuenta de la variedad de los cambios  sociales de Colombia.
  

martes, 10 de agosto de 2010

¿POR QUÉ DIFUNDIR?

Algunas veces cuando estoy en una tertulia de MAC, cuando escribo para este blog o cuando simplemente estoy “echando carreta” con alguien sobre nuestro folclor, me pregunto para mis adentros el motivo por el cual difundo tanto la música andina colombiana, y múltiples motivos llegan a mi mente, algunos de ellos trataré de exponerlos hoy.

El primero y más fuerte de todos es porque considero que es una música muy bien hecha que poco se conoce, y es casi un deber social de quienes tienen la posibilidad de conocer un poco más que otros, difundirla pero no con la intención de mostrar cuanto se sabe o no, sino con el único fin invitar a quienes estén interesados a conocer más sobre la música que se hace en la zona andina colombiana, que sin lugar a dudas brinda la oportunidad a quien la conoce un poco más de enamorarse de alguna de sus propuestas, así mismo que es una oportunidad inmejorable para cualificar la calidad de la música que se escucha, es decir, cuando uno tiene la posibilidad de escuchar propuestas bien elaboradas resulta imposible no compararlas con otras, lo cual creo que es un beneficio personal que da la MAC, poder comparar con otras músicas que se hacen en Colombia (no necesariamente folclóricas) que no son de buena calidad y al contrastarlas con la instrumentación y calidad vocal de la música andina contemporánea a todas luces se ve una diferencia abismal.

Otro de los motivos es algo personal, porque me gusta hablar de MAC porque me apasiona tanto y en este momento de mi vida está en tantos espacios que me resulta complicado no hablar de ello a quien veo que muestra interés por el tema, además porque es una pasión que aumenta cuando escucho una canción nueva, cuando un compositor me comparte algunas de sus canciones o cuando encuentro un grupo que su propuesta está llena de elementos que me permiten ir más allá de lo musical.

Hay otro motivo que me invita a difundir, es conocer de cerca la actualidad de la música andina colombiana, tener la oportunidad de escuchar de cerca los nuevos grupos masculinos y femeninos, los duetos, los solistas, en fin, tanta gente que se esfuerza por proponerle buena música al país componiendo e interpretando nuevas armonías que desde mi criterio deben ser publicadas a mucha gente para que no se quede en los oídos de unos pocos, sino que muchas personas tengan la posibilidad de encontrarle su valor emotivo.

Pero sin lugar a dudas el motivo más importante para comprometerme con la difusión de la MAC, son las personas que reciben la música, aquellos que van a las tertulias que les agradezco profundamente porque permiten abrir los círculos de difusión, también con aquellas personas que tengo la posibilidad de conversar sobre esto que tanto me apasiona cuando me hacen alguna pregunta o que tengo la oportunidad de debatir sobre la MAC, así mismo gracias a aquellas personas que me preguntan algo que me invitan a seguir escudriñando en este inmenso mundo para poderles responder, y obviamente a cada uno de los lectores de este blog que me permiten seguir escribiendo para difundir una realidad tan agradable llena de sorpresas cotidianas, gracias a todos ellos soy y seguiré siendo un convencido de las importancia de difundir nuestra música andina colombiana.

domingo, 1 de agosto de 2010

MÚSICAS DEL MUNDO EN COLOMBIA


Esta semana tuve la posibilidad de visitar algunos municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Norte del Valle en compañía de un extranjero en un ejercicio de mostrarle algunas de nuestras costumbres y características culturales alrededor del café. Y en estas vivistas evidencié de una forma clara la presencia de algunas músicas folclóricas del mundo, especialmente latinoamericanas en Colombia, ya que en cada sitio público que entramos a tomarnos un café o a comer, siempre escuchábamos rancheras, tangos, valses argentinos, pasillos ecuatorianos y boleros, lo cual muestra la enorme influencia de estas músicas en la idiosincrasia tanto rural como urbana colombiana.

Pero noté que en medio de clásicos del tango y de las rancheras, al lado de Gardel y Vicente Fernández aparecían unos imitadores colombianos que tratan de repetir estas voces pero con menor calidad musical y con estilo criollo particular que para ser  sinceros no es muy bueno, es así como surgió la música popular, y cantantes como “El CABALLERO GAUCHO” que por querer parecernos a los mexicanos y/o a los argentinos en su música pero sin tener un motón de elementos culturales de identidad de cada país, y por buscar fines económicos terminaron haciendo versiones nacionales del tango y las rancheras principalmente. Aunque en algunos espacios especialmente académicos o algunos músicos empíricos virtuosos han logrado hacer unas propuestas interesantes, pero desafortunadamente estas elaboraciones no se escuchan en la radio popular, principal difusora de estas imitaciones y de las músicas foráneas.

Personalmente me gusta mucho la música mexicana y admiro profundamente el tango aunque poco sé, pero si reconozco el inmenso valor cultural y social de toda la historia del tango, lo cual no pasa con propuestas como las de la mal denominada en Colombia “música popular” que no tiene historias de admirar sino que por el contrario muchas de las historias dan física pena no solo por la forma de contarlas sino por el contexto que transmiten, solo basta con ver un video de cualquier “cantante” de música popular para entender lo que digo.

Pero retornando al tema inicial, resulta muy interesante y valioso como tantas músicas de procedentes de países tan variados y relativamente lejanos tengan tanta acogida en un mismo sitio, porque hablando con un mexicano me expresaba que allá el tango se escucha muy poco y por lo que tengo entendido en Argentina pasa lo mismo con las rancheras mexicanas, mientras que en Colombia intérpretes de la enorme calidad Vicente Fernández y Gardel son considerados como ídolos.

Esta particularidad resulta aun más curiosa en un país donde se hace tanta música toda vez que en cada una de sus regiones hay muchos aires musicales, pero podría decirse que el origen de la acogida de las rancheras, tangos, y boleros, -entre otros tantos- es por la ubicación geográfica de Colombia como punto de entrada a Suramérica lo cual facilitó el intercambio con culturas centroamericanas, y la relación cercana con la música argentina puede provenir de toda la herencia musical suramericana que tiene sonoridades muy parecidas en la totalidad del continente aunque el tango en si sea un ritmo de origen argentino.

Para terminar, hay que decir que obviamente este fue un ejercicio de especulación porque no tengo pruebas científicas que expliquen esto, pero la escuchar un poco de las músicas latinoamericanas puede dar algunas ideas para pretender explicar un poco esta influencia o por lo menos imaginarlo.

miércoles, 21 de julio de 2010

¿EN QUÉ PAÍS VIVO?


Vivo en un país que en 200 años lo único que tiene claro es que su historia está plagada de mentiras, engaños y robos,

Vivo en un país con miles de matices donde mentir y hacer trampa es denominado como astucia,

Vivo en un país que se avergüenza de su identidad latinoamericana identidad indígena, aun buscamos parecernos a quienes nos quitaron la identidad inicial,

Vivo en un país en el que todos esperamos que el estado cambie, pero nosotros no cambiamos nuestra forma de proceder frente al estado.
Vivo en un país que poco conoce su folclor, y prefiere imitar otros, pero sin calidad,

Vivo en un país que ve los líderes como mesías y no como personas con ideas políticas,
Vivo en un país que mata a sus niños por robar una naranja, porque no sabe cuál es el valor de la vida,

Vivo en un país que no se conoce, porque aun no ha podido saber qué es lo colombiano, porque no se ha dado cuenta que lo colombiano reside en la diversidad,
Vivo en un país que no se ha dado cuenta que padece una guerra fratricida, porque por encima de los fusiles y las ideologías, somos colombianos,

Vivo en un país que se cree mentiras de “ser el país más feliz del mundo” por tener miles de fiestas en sus municipios, mientras la sangre se derrama en cada esquina,
Vivo en un país que sueña estar en paz porque nadie lo ha vivido, por eso se sueña y no se desea regresar a la paz sino conocerla personalmente,

Vivo en un país que no puede definir un solo esquema folclórico porque cada zona es un mar de posibilidades,
Vivo en un país que despierta emociones diversas por la diversidad misma de su origen,

Vivo en un país que el patriotismo le ha hecho tanto daño que en nombre de hacer patria han asesinado a miles de hermanos,

Vivo en un país que tiene la magia del llano y la montaña del desierto y la alta montaña,
Vivo en un país que a pesar de lo que sufre no olvida sus fiestas,

Vivo en un país que AMO PROFUNAMENTE…

lunes, 12 de julio de 2010

MÚSICA SIN EMOCIÓN


Este semana asistí por error a un concierto de música electrónica, digo concierto porque fue en un lugar cerrado el público estaba sentado, por lo tanto no era una fiesta electrónica. Además era un ensamble entre música electrónica, violín eléctrico –que fue por lo que resulté en ese sitio- y la proyección de unas imágenes. De lo percibido en ese espacio quiero compartir y debatir visones al respecto.

Confieso de antemano que soy un desconocedor absoluto de este tipo de música, pero como admirador de algunas propuestas musicales -no siempre folclóricas- más elaboradas me parece que lo electrónico no transmite emociones más allá de bailar o de sentimientos de alegría desbordada, pero estar sentado escuchando y viendo unas imágenes que personalmente no me parecen que correspondían a la música de fondo, toda vez que eran de la pobreza en Perú, Bolivia, China y la India. Creo la música que acompañaba las imágenes no correspondía porque lo caótico de la pobreza en esos países, no era para la música tan plana, además en algún momento la música parecía más una burla que una exaltación o una forma de mostrar la pobreza del tercer mundo.

Yo asistí al dicho concierto buscando la interpretación de un violín eléctrico que podido disfrutar en otras ocasiones y que he admirado, pero esta vez escuche algo sin emociones, donde el violín no se sentía en las enormes posibilidades musicales que tiene, y más cuando el intérprete es uno de los más conocidos en Manizales. La verdad fue un desencanto total.

Como lo mencioné desde el principio soy ignorante a la música electrónica, pero siempre he sostenido que mi poca afinidad con este género musical reside en que personalmente prefiero -de hecho me hace falta- escuchar un instrumento musical, porque está el virtuosismo, la expresión simbólica del ser humano, la construcción de lo que para muchos es un estilo de vida alrededor de un instrumento, mientras que lo electrónico son unos sonidos grabados que un programa de computador y que ayuda a repetir los mismos sonidos, de una forma que para mí resulta monótona. Alguno de los admiradores de la música electrónica podrían decir que los sonidos son producidos por seres humanos también, pero es diferente, no es algo sistemático, que requiere de estudiar, escuchar y evolucionar lo cual en lo plano de lo electrónico ni siquiera es necesario, porque todo lo da la máquina.

También debo decir que la música electrónica representa todo un esquema de consumo, que no invita a pensar lo que se escucha sino a comprar, solo importa bailar y la pinta que se lleva puesta, bueno también hay que decir que hay fusiones electrónicas que permiten leer otras cosas como el caso del tango electrónico que es realmente bueno, pero más por el aporte musical del tango que lo puesto por un computador.

Para finalizar si me gustaría escuchar a alguien que me ayude a entender un poco más sobre lo electrónico para dejarla de ver como un estruendo monótono, aburrido, que no transmite emociones variadas, que no invita a pensar y que es una estrategia del sistema para consumir. Porque por ahora sigo pensando que la música electrónica no aporta nada a quien la escucha.

viernes, 2 de julio de 2010

UN AÑO DE TIPLE COLGADO

Hace un año exactamente inicie con un sueño que era un ejercicio de intentar plantear temáticas alusivas a una pasión que tengo desde hace algunos años desde una perspectiva ajena al conocimiento musical, desde ese sueño inicial  he tratado de expresarme desde mi visión como amante de la música, como público, porque como lo he  repetido a lo largo de este año no poseo conocimientos musicales. Ahora ya cumplo un año haciendo del TIPLE COLGADO un espacio de debate y conversación, con una intención de una forma sencilla y comprensible al escribir, así mismo en este año he podido aprender muchos nuevos elementos de análisis sobre la MAC.  

Ya son 55 entradas que son motivos por los que quiero hoy celebrar, no solo por lo que he logrado aprender de escribir cada una de estas impresiones personales, sino que también quiero compartir esta pequeña celebración y agradecer a todos los amables lectores: amigos, compositores, intérpretes, conocedores de la MAC y personas que desconozco que leen el blog pero que han pasado por aquí alguna vez, a todos ellos muchísimas gracias por “pegarse la pasadita” obviamente a los 37 seguidores que han ido apareciendo, mil gracias por confesar públicamente su lectura permanente de mis perceptivas sobre las músicas colombianas, que no tiene otro fin distinto a hacer difusión a la realidad apasionante de la música andina colombiana, que por estos días es poco difundida.
 
Para escribir esta entrada quise hacer el ejercicio de releer algunos de los primeros escritos, y he encontrado algunos cambios no solo en la forma de escribir, sino en el conocimiento sobre la MAC, en el análisis de ciertas propuestas y los discursos, además que he podido enriquecer los temas sobre los que escribo con la asistencia a algunos eventos que me han dado ideas sobre las percepciones de lo allí vivido, así mismo quiero aprovechar para agradecer a los compositores que me han enviado algunas de sus canciones para poder hacer análisis de sus obras, maestros como Teto Quintero, Ancizar Castrillón, Jhon Claro, así mismo hay personas de la MAC (compositores e intérpretes) que he podido entrevistar para mi investigación, pero que algunas de sus respuestas dieron pie para entradas del blog, con lo cual he logrado abrir más mis perspectivas frente al folclor de la zona andina colombiana, a todos ellos mil y mil gracias.

Gracias a todos los que de una u otra manera han aportado a que siga escribiendo sobre lo que apasiona, además de quedar un compromiso de seguir diciendo las cosas como las siento, ya sea para expresar admiración por algún grupo, intérprete o compositor  de la misma forma de expresar inconformidad con algunos hechos o propuestas musicales con las que no estoy de acuerdo. Así mismo quiero invitar a todos los amigos y amigas de este espacio a que se expresen y comenten sus impresiones con cada una de las entradas, ese será el reto hacia adelante que el TIPLE COLGADO se convierta en un espacio de debate y conversación permanente.

Para terminar, quiero manifestar que poder escribir sobre lo que más me apasiona me hace feliz pero más feliz me hace encontrar a nuevos lectores o descubrir que alguien acompaña este blog, de la misma forma que hay personas que han aprendido un poco sobre este maravilloso e inmenso mundo de la MAC, además que gracias a la motivación que me da conocer algunos de mis lectores para poder escribir sobre algunos temas sigo aprendiendo porque no es posible hablar de manera coherente y creíble sobre lo que no se conoce, entonces la búsqueda de nuevos conocimientos no se interrumpe.

Gracias a todos ustedes seguiré conversando con un tiple colgado en mi habitación, que aun no logro saber interpretarlo musicalmente, pero quizás culturalmente ya lo interpreto un poco mejor que hace un año atrás

MIL Y MIL GRACIAS